domingo, 1 de abril de 2018

Feliz Cumpleaños, Rafa Toño Palacios

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Toño, primeramente, te pido disculpas por no haber publicado este saludo en el propio día de tu cumpleaños, es que debido a estar bastante ocupado es que o me había quedado tiempo de hacerlo, hasta ahora. Pero, quiero que tengás la seguridad que aunque tarde, lo hago con mucho cariño.

¿No sé si te acordás de mí cuando éramos unos cipotes, allá en la bella Armenia?, yo, tengo pocos pero si claros recuerdos tuyos, para empezar, te voy a contar que la primera vez que creo que te vi, fue una tarde fresca de verano, en la calle que separa a la casa-tienda de la familia Burgos con la casa adonde vivía la familia Recinos, la misma calle que viene del desvío, pasa por la parte de atrás de la iglesia parroquial hasta llegar a su final, en la esquina donde vivía la familia Lima.


Pues esa tarde, estábamos jugando pelota en esa parte empolvada de la calle junto a Armando Recinos su hermano Calín, David (pijita), Oto Cartagena, Armando Muñiz (diablito), Juan (panadero) y otros, cuando aparecistes vos luciendo unas botas de hule color negro, jalando la carreta de tu papá. Recuerdo que alguien te invitó a jugar ante lo que respondiste "calladamente" que regresarías después de ir a dejar la carreta a tu casa; unos metros atrás venía tu papá (por lo que asumí que era la razón por la que no te habías quedado a jugar); pero regresaste al rato y de un solo te metiste a jugar con tus botas de hule. A mí, realmente me daba miedo marcarte o que me marcaras pues tenías esa actitud de "meterte con todo", es decir, que aparentabas no tener miedo de quebrarte un pie ni nada; además, te veía como un cipote mucho mayor. Nada serio pasó en esa ocasión y dejamos de jugar cuando la mamá de Armando y Carlos, salió a llamarlos para que se metieran a la casa, y ellos se llevaron la pelota, ¡pues era de ellos!


Después te vi en ciertas ocasiones en el parque, en las noches de concierto junto a un chero que creo se llama Douglas que vivía cerca de tu casa; recuerdo haberlos visto tirando hondillazos de esqueleto, mientras jugaban a la guerra con otros (creo que ahí estaba Gil "tarira") y, realmente pensé que eras un cipote "rebelde sin control y sin miedo a nada" (quiero decir, sin miedo a regaños o castigos de parte de tu papá o mamá ni de nadie); sinceramente, busqué alejarme de vos y tus amigos lo mas rápido posible por miedo a ser alcanzado por un esqueletazo que como sabemos, ¡dolían hasta el tuétano!


Y esa imagen de cipote rudo, tosco y rebelde que de vos me había formado, tuve que irla cambiando al agregarle tu otra dimensión que era la de un devoto y dedicado "socio" que con su túnica color morado, puntual se presentaba a la iglesia en los viernes de vía-crucis; te mostrabas orgulloso de andar vestido igual que tu papá. quien era un "reconocido líder" de la sociedad del Santo Entierro. Recuerdo que te gustaba agarrar la matraca y hasta te peleabas con Roberto Pinto quien asumía tener derecho a hacer lo que el quisiera en ese entorno.


Recuerdo también haberte visto jugar fútbol, precisamente en un equipo que ustedes formaron que le pusieron Risqui-Rasca; jugabas de defensa y para los delanteros contrarios era toda una batalla, pasarte con el balón.


Por causa de la guerra que nos impusieron los ricos, el gobierno y los militares, mas aún debido a que los "Escuadrones de la Muerte" ya andaban haciendo muchas atrocidades, tuvimos que salir huyendo del pueblo; yo salí en el 79 y por allá por el 81, recuerdo que te vi en un restaurante de la calle Whittier Boulevard; aunque hablamos brevemente de cosas superficiales, te confieso que a partir de esa plática, quise ser amigo tuyo pues me pareciste un chero sincero, honesto y genuino; nada de presunciones ni de altanerías, contrario a lo que varios hacían en esas épocas. Después nos frecuentábamos casi todos los sábados en ocasión del Torneo de Futbol Navideño que organicé entre la comunidad armeniense, allá en el campo de la escuela de Montebello sobre la calle Wilcox, ¿te acordás? Unos años después coincidimos en casa de Andrés Marroquín, en Culver City, donde me presentaron a un amigo Gringo de nombre Jeffrey con quien nos pusimos a platicar, ¿te acordás?


Después de esto, ya nos veíamos mas seguido en cualquier actividad de armenienses, incluyendo los viajes para acampar al "Kern River", pero, nuestra amistad y sobretodo mi respeto y cariño hacia vos, se acrecentaron desde que empezamos a hacer las actividades para ayudar a la niñez armeniense por medio de la entidad que formé como "Amigos de los Nómadas" primeramente y AURA después.


Fue durante este tiempo que pude apreciar tu talante, tu sencillez, tu sentido de colaboración, tu espíritu de servidor, tu amistad y sobretodo tu carisma y valor humano que te hacen único y muy valioso.


Fuiste una roca de apoyo para mí, y eso siempre te lo voy a agradecer, pero lo mejor que me has enseñado y por lo que te aprecio mucho hoy y siempre, es por tu fidelidad como amigo; sos un tipazo y por eso te saludo con mucho cariño y agradecimiento hoy, unos días después de tu cumpleaños porque quiero que sepas, lo que siento y lo que pienso de tu persona, ahora que estás vivo porque es cuando siento que debo hacerlo.


Feliz Cumpleaños, Toño y recibe a la par de mi abrazo, mi respeto, mi agradecimiento y mi promesa de amistad plena y sincera hasta la muerte.


Sinceramente,


Edgardo Posada           



Datos personales

Salí de la "Tierra Linda" en 1979 y siempre soñé y añoré con regresar y ver a la gente querida y a los lugares que me vieron hacer muchas cosas allá hace muchos abriles ya...