UNA REVELACION
por Dra. Mireille Escalante Dimas
Tema interesante el del sueño y que ha fascinado al ser
humano desde tres mil años atrás.
Las visiones que nos llegan por las noches pueden ser:
enigmáticas, interesantes, temibles e informáticas. Algunos pueblos las
consideraban demoníacas; otros, que procedían de divinidades; algotros, como
recuerdos del alma humana e impulsos conscientes del alma que afloran en la
mente consciente durante el reposo.
Hay quienes catalogan
los tipos de sueños en: LUCIDO, cuando el soñador es consciente de estar
soñando; NATURAL, cuando se trata de satisfacción de deseos, de fantasía o de
entretenimiento; VIDENCIALES, sería
sueño de premoción, en que se encuentra el sueño más famoso de Abraham Lincoln,
que soñó con su muerte; DE PROYECCION ASTRAL, cuando el soñador estando en
reposo su alma humana se liberaba temporalmente del cuerpo. Entre nosotros
Salarrué practicaba “viajes astrales”;
y los SUEÑOS DIVINOS, asociados con la
espiritualidad del soñador. Se recuerda a Juana de Arco que Dios le hablaba en
sueños.
Después de este resumen, traigo a cuenta un sueño que tuve el 15 de Septiembre de
1978, en Santander, (el Cantábrico), España, en ese entonces estudiaba un (1)
Post Grado en la Universidad Internacional Menéndez y Pelayo, ubicada en el Palacio de La
Magdalena, lugar veraniego de los Reyes de España. Al filo de la medianoche, en
mi habitación de pupila, dormía profundamente cuando en el sueño, se me reveló
mi madre, (2) doña Lolita, sonriendo que me llegaba a visitar, yo, por mi parte
me sentí emocionada y alegre de verla, se dirigió diciéndome: “De modo que te quedaste sola”, por supuesto
que yo le entendí, que como era una difunta, andaba penando su alma, porque no
me quedaba familia cercana… mis tías, mi hermano y ella - mi madre- habían
fallecido. Entonces para reconfortarla le contesté, “Estoy bien, soy feliz, por
favor no ande en pena por mí. Descanse en Paz”.
Ella me miró sonriendo, y caminó frente a mí, en el sueño cuando le
vi la espalda, enseñaba todo su esqueleto, la vi marcharse atravesando la pared
de la habitación.
Me desperté asustada, un frío se apoderó del ambiente, e
increíblemente me invadió un miedo que no pude seguir durmiendo. Encendí la luz
de la habitación, y estuve el resto de la madrugada, entre dormida y despierta
hasta el amanecer del día siguiente… Esa escena me quedó grabada en mi memoria,
hasta la fecha.
A los cinco días del sueño, tuve que regresar a Madrid España, y estando alojada
en un apartamento compartido con varias señoritas, me visitó de manera
sorpresiva Carlitos Rivera, un conocido salvadoreño, que había llegado a estudiar hostelería; llegó exclusivamente para
entregarme una tarjeta en la cual Alejandro Escalante Dimas, mi padre, invitaba
a celebrar sus segundas nupcias que contraería el día 15 de septiembre de 1978.
Ese fue el mensaje que desde el más allá, me llegó.
Terminé mis estudios; regresé a El Salvador a continuar con
mi vida, - no quedé sola pues me casé y tuve un hijo maravilloso.
Ahora reflexionando,
me pregunto: ¿quién no ha tenido sueños, premoniciones, visiones o revelaciones
en algún momento de su vida?
Y tal como diría Pedro Calderon de la Barca (1600-1681),
cuando Segismundo piensa en la vida y en su suerte:
¿Que es la vida? Un frenesí,/ Una ilusión,
una sombra, una ficción / Y el
mayor bien es pequeño:/ Que toda la vida es sueño,/ y los sueños, sueños son.
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LLAMADAS:
(1) Post Grado- seguí
estudios después de haberme titulado de Doctor en Jurisprudencia y Ciencias
Sociales de la Universidad de El Salvador.
(2) Doña Lolita Suncin de Escalante Dimas -mi madre
