“Época de Oro del Futbol Armeniense”
-Primera Parte-
Cipotada chula.
Así como en toda la “Tierra Linda”, en la bella y
querida Armenia también es el futbol el deporte que más aficionados tiene y el
que más ha dado que recordar ya sea por los logros, éxitos y derrotas de los
equipos locales, así como por las memorables y destacadas performances de
algunos de los jugadores que pisaron los engramados de las canchas de futbol
del lugar.
Hoy, quiero contar por medio de esta “babosadita”, lo
que yo recuerdo sobre este maravilloso deporte en nuestra querida Guaymoco,
principalmente en lo que se dio alrededor de la década de los 70’s, que para
mí, fue la “ÉPOCA DE ORO DEL FUTBOL ARMENIENSE” y empiezo con lo siguiente:
Siendo yo un niño de unos 6-8 años, jugando “pelota” en
la calle que pasaba por la casa de mis abuelitos, más precisamente la 1era.
Calle Oriente, junto a un cipotío de nombre Roberto y a quien le decían “el
Serranito”, el primer equipo del cual hablábamos era el C. D. Salvadoreño y es
que, el papá de Roberto era precisamente el masajista de dicho equipo, su
nombre era Jesús (Chuy) y pues por eso, ¡decíamos que el mejor equipo del
pueblo era el CD Salvadoreño y punto! (¿aunque realmente, no sabíamos si acaso
hubiera otro equipo en el pueblo?). ¡Y si habían!, Ya existía el Racing Jr. Y
otros equipos incluso unos que no eran federados, como lo descubrí unos años
mas tarde.
Por ahí por estos mismos años de la década de los 60’s,
es que asistí por primera vez a ver un partido de futbol, fue un internacional
durante las fiestas patronales, entre el CD. Salvadoreño versus un equipo de
Guatemala (que si no me falla la memoria era de Concepción Mita, invitado por
don Ángel Espinoza, si no me equivoco) en la cancha del 21 de Noviembre (claro
recuerdo haber cantado el Himno Nacional siendo tocado por la Banda Municipal,
enfrente de la hermosa bandera nuestra que había sido izada junto a la chapina
en unas varas de bambú que habían sido improvisadamente sembradas en el costado
oriente del campo) después, me hice aficionado del Salvadoreño y frecuentemente
asistía los domingos al estadio local a verlo jugar y por primera vez también
viajé a apoyarlo –gracias a don Rubén Letona- quien me llevó en su camión color
azul-celeste en el que llevaba al CD Salvadoreño, a Coatepeque a jugar contra el
equipo local Malakoff (¿o será Malacoff?). De esta época, en el equipo recuerdo
que jugaban Remberto “Calandria” Fuentes (a quien le llevaba el maletín para
que me dejaran entrar a ver el partido), a Ismael Membreño, al “Colocho”
González, a Franco, a Rufino Galán (el Cuyo), al “Candadito” y sus chilenas,
Osman Uceda, Paquito Belloso, también en algún momento recuerdo que jugaban
Alex “Candado”, los hermanos Pineda (no eran de Armenia pero nunca supe de
adonde eran originarios, uno era defensor y el otro portero, que después
jugaron en el Águila de San Miguel), al profesor Rigoberto Arquioni, a los
hermanos Toledo (originarios de San Julián, que les decían “Sapo”), a René
Martínez (Conejito), Javier Martínez “Caballito”, (hijo de Beto quien también
jugó en el CD Salvadoreño), Ademir (el Chino) Baños, Roberto “Garrobo”
González, los hermanos Contreras Edgardo (Gando) y Meco (el mejor futbolista
armeniense de todos los tiempos –en mi opinión-), sin olvidar al GRAN defensa
central Oscar “Cutucú” ni al “poderoso” y muy “temido” rompe-redes José “Paiza”
Pérez, a los hermanos Rodín y el “Chino” Juan Argueta, a Pablo Arévalo, a Toño
“Cacho” Burgos, y otros.
Posiblemente en los albores de la década de los 70’s o
durante el ocaso de los 60’s es que nacieron otros equipos de futbol en el
pueblo aunque no estoy seguro que hayan sido federados, uno de ellos era un
equipo (al que no le conocí nombre) que jugaba
en un campo hecho en medio de las lomas donde hoy está situada la
colonia San Antonio, mejor conocida como colonia “El Mico” y que –no sé porque
razón, en mi mente se me quedó grabado el apellido de la familia Nerio (que
vivían al costado del portón de entrada al cementerio, como los
“organizadores”); quien me llevó a verles jugar fue Facundo Linares (a quien le
decían “Chele Ratón”) tremenda “estrella” de este equipo; también estaba el
“San Martín”, equipo de mi barrio (San Sebastián) fundado por don Antonio
Ayala, en el que recuerdo que jugaban –entre otros- Pedro Viña y Jorge (Berenjena),
equipo que vi jugar (por primera y única vez) contra otro equipo armeniense, el
CIDA (Club Independiente Deportivo Armeniense) formado y dirigido por Paul Coto
en el que jugaba un muy fino y buen jugador que le decían “Bico” y si no me
equivoco, también Lito-Toño Orellana.
Ya en los primeros años de la década de los 70’s es
que realmente el futbol empezó a “masificarse” y hacerse más popular en nuestra
querida Miahuatlán; en los años subsiguientes de la década, es cuando floreció
plenamente y colocó a la bella Armenia en la vista de todo el país pues ambos
equipos grandes, CD Salvadoreño y Racing Jr. se ganaron lugares preponderantes
en sus respectivas competencias a causa del alto nivel de su juego y destacado
desempeño táctico-técnico de sus jugadores que le valió a ambos equipos ser
reconocidos, respetados y hasta temidos. A ellos se les agregaron otros equipos
en categorías más bajas, primeramente el Iberia (formado originalmente con el
nombre de Independiente, después ADI, finalmente: Iberia) por don Toño
Henríquez, el famoso y recordado “Capi”, dueño de la “Hielería Palmera” y gran
entusiasta, promotor y destacado mecenas del futbol armeniense. Del barrio
Nuevo salió el Fuerte Armenia, fundado por don Nico (creo que su apellido es
¿Durán?), otro mecenas del futbol armeniense nunca reconocido públicamente
(aunque cuando AURA estaba funcionando, le dimos un humilde reconocimiento
póstumo a su familia, al igual que a la familia de don Toño Henríquez, a la de
don Rafael Argueta y a la del querido “Chele” Merino), pues bien don Nico, de
manera callada, sin alardes, sin altaneras pretensiones, siempre con su
cigarrillo al labio, formó dicho equipo que en su momento sirvió de semillero
para el CD Salvadoreño, así como lo era el Iberia para el Racing Jr…. empezaba
la “Época de Oro del Futbol Armeniense”.
En este momento voy a hacer un paréntesis para hablar
sobre algo que sucedió en esta época y que lastimosamente jamás se repitió en
nuestra ciudad: ¡partidos de futbol femenino! Y es que, por iniciativa y
financiamiento del señor Ángel Montoya (hijo de don Fabio y doña Fidelina
Montoya, vecinos de mi familia), se dieron en dos ocasiones durante las fiestas
patronales, unos partidos de futbol femenino entre dos equipos capitalinos
donde jugaban sus dos hijas. Don Ángel financiaba todo lo relacionado con estos
partidos y en el pueblo, el lugar adonde llegaban los buses con las jugadoras
con sus familiares y amigos, era la casa de la familia Montoya, enfrente de la
casa de mis abuelos y pues, ahí es que yo me acercaba para curiosear y observar
lo acontecido en ese ámbito. ¡Lástima que no aprendimos de esto para
continuar con esa gestión y fomentar el futbol femenino en nuestra ciudad!
Para los primeros años de la década de los 70’s, el
futbol armeniense estaba representado por varios y buenos equipos, el CD.
Salvadoreño destacaba en primera categoría “B”, el Racing Jr. en segunda, el
Iberia en tercera, el Fuerte Armenia en cuarta. Además, se fueron agregando
otros equipos que se fundaron y federaron en cuarta categoría como La Gloria
(fundado por personas residentes en esa finca/beneficio propiedad del doctor
Rubén Rodríguez –quien era el presidente de la Asamblea Legislativa de la
República), el Necaxa (formado por residentes de la zona alrededor de la
Estación del Tren, y posteriormente el San Antonio (fundado por “Chicho”
Calderón en la colonia del mismo nombre: San Antonio), más adelante un grupo de
obreros de la sastrería formaron el Riski-Raska; también me suena otro equipo: “El
Mora”, del cual lastimosamente no recuerdo mucho pero, ojalá que usted que está
leyendo esto, si sepa o recuerde y nos lo comente.
Fue precisamente en el año 1973 que yo fui invitado a
jugar en un equipo federado, el Iberia, me invitó don Toño, “el Capi”
personalmente, una tarde después de haber jugado en la cancha de la Estación un
partido de los intramuros del Tercer Ciclo (el estadio 21 de Noviembre estaba
siendo re-engramado). ¡Traeme dos fotos, me dijo, y yo te voy a inscribir para
que jugués en la próxima temporada! Le llevé las fotos y después de
inscribirme, un día me mandó a decir con el “Negro” Juan (quien era uno de los
porteros del equipo) que me presentara el próximo domingo al estadio (que ya
había sido re-engramado), para el primer partido de la temporada.
Mi debut fue inesperado como maravilloso, casi de
ensueño. Resulta que el Iberia había bajado de categoría el año anterior por lo
que estaba en 4ta. junto al Necaxa, La Gloria y nuestro más grande rival local,
el Fuerte Armenia que tenía en sus filas a temibles jugadores ya con larga
trayectoria, como lo eran los hermanos Juan y Nazim (los famosos “Kaká”),
además del “Macho Choco”, “Tortilla” y Lito “Guacalada” que eran temibles por
ser muy leñeros, agresivos y duros para jugar. Afortunadamente, en el Iberia
había muy buenos jugadores ya con trayectoria también como los hermanos Amílcar
y Chepe Luis Salazar, Nico Pocasangre, Tony Osorio, Monterrosa, el Conejito, Erasmo
“Pacaya”, el ya mencionado “Negro” Juan, Ricardo “la Morena” y otros, más los
nuevos que llegamos incluyendo los “novatos” José “Tiburón” Fuentes y Will
“Pacayita”, por lo que el equipo era verdaderamente… ¡de lujo!
Yo, realmente nunca desee jugar en algún equipo en
particular, es decir, a mí no me quitaba el sueño tal o cual equipo, yo
simplemente disfrutaba jugar pero, saber que jugaría en el Iberia, me alegraba
mucho pues, en esa época, después del CD Salvadoreño y del Racing Jr., el
Iberia era el que mejor era aceptado entre la fanaticada armeniense; eso se
veía en los partidos cuando muchos aficionados llegaban a presenciar los juegos
y apoyar al equipo. Yo no sabía mucho del Iberia, antes de que me invitara don
Toño, ya que solamente recuerdo haber visto en el parque, un cartelón hecho por
don Betío (el señor pintor que trabajaba en el cine Lux), colocado en una
columna del parque enfrente de la alcaldía, esquina opuesta a la tienda de la
“Tía Lina”, anunciando un partido entre el ADI (Asociación Deportiva
Independiente) contra su archirrival: el Indianápolis de Izalco, yo tendría
unos 12 – 14 años, quizás.
Pues bien, el día del primer partido se llegó y yo, me
presenté al estadio allá por donde estaba la “pilita” debajo de los palos de maquilishuat,
cerca de la puertecita que servía para ir a recoger el balón cuando se iba para
abajo por la cuesta al ser pateado sobre el muro de ladrillo, pues ahí estaban
los jugadores junto a don Toño; el partido… ¡sería contra el Fuerte Armenia!
Debido a ser un partido entre dos equipos locales,
había llegado mucha afición y yo, realmente no esperaba jugar es decir, ser
titular pero, don Toño, al entregarme la camiseta y calzoneta del uniforme (que
había sido usado anteriormente por el Racing Jr.) me dijo que jugaría de
defensa central (cosa que me sorprendió pues yo solo había jugado de delantero
en los equipitos de la escuela y tercer ciclo), que me preparara y cuando puso sobre
el suelo los “carnets” de los jugadores titulares en cada posición dentro del
terreno de juego, ¡ahí estaba el mío! Antes del partido no hubo plática
estratégica ni táctica, de parte de don Toño; para mí fue, solamente un: “¡no
te les vayas a ahuevar a esos, entrales con huevos, si no, te van a joder!”
Empezamos a jugar y aunque dominábamos al rival, no
podíamos meter el primer gol, yo me sentía muy bien, seguro y ganaba todos los
balones que se me acercaban, rechazándolos para evitar peligro en nuestra meta
defendida por “la Morena”, por ahí por el minuto 35 del primer tiempo, me
adelanté un poco y al llegarme una pelota, la controlé y le metí un zapatazo
desde un poco más adelante de la media cancha (unos 40-45 metros) directo a la
portería, el cual se le zambulló al portero (era Miguel “Sandía”) y se coló
hasta tocar las redes…¡gol, mío…. no lo podía creer! Se me
acercaron todos mis compañeros bien contentos a abrazarme. Después, metimos 3
goles más durante el partido y, reconozco que por un error mío (le tuve miedo a
Lito “Guacalada” que se me tiró con tremenda patada al cuerpo), dejé que se me
pasara el balón para que este metiera el único gol de su equipo… ¡ganamos 4 a
1, buen comienzo, la gente bien contenta y muchos, se me acercaron para
felicitarme, me sentía excelentemente bien, no lo podía creer, era como un
sueño!
Ese año, ganamos el
campeonato, en gran parte, gracias a los goles de José “Tiburón”, de Erasmo y
principalmente de Will “Pacayita” quien se convirtió en nuestro goleador
estrella, yo seguía jugando de defensa central (gracias a que don Toño había
“encontrado” el puesto más adecuado a mi forma de jugar) junto a Tony Osorio y
con Monterrosa a un lado y Olmedo al otro, armando una defensa que era casi
impenetrable, mientras en la “media” contábamos con las peripecias, picardía, buen
estilo, control de balón y dominio del terreno de juego de parte de Chepe Luis,
de Nico y sobretodo del Conejito y de Amílcar Salazar que nos brindaban un
equipo con gran equilibrio y esquema ganador, con eso, logramos poner al equipo
nuevamente en la tercera categoría. Al año siguiente, volvimos a campeonizar y
logramos subir a segunda categoría; de este año, recuerdo los épicos partidos
contra un equipo de Sonsonate formado por rudos y malintencionados exjugadores
de primera categoría y de ascenso, llamado “Piratas”, también recuerdo al
Indianápolis de Izalco que se había cambiado el nombre a “Comandos”. Al final
de esta temporada, nos llegó a 4 de nosotros: Mario Olmedo, a José “Tiburón”, a
Will “Pacayita” y a mí, la noticia que el Racing Jr. estaba interesado en
ficharnos para que jugáramos con ellos en la ¡Categoría de Ascenso!