Estos eran los días del
pináculo del desempeño de los equipos de futbol de Armenia, ¡de todos! Eran los
tiempos en los cuales, cada domingo de la semana había 4 partidos de futbol
durante todo el día, comenzando con el primero a las 8:15 – 8:30 de la mañana
(generalmente jugaba uno de los equipos de Armenia en 4ta. categoría, ya fuese
el Fuerte Armenia, o el Riski-Raska, o el San Antonio, o la Gloria), enseguida
a las 10:15 – 10:30 (otro equipo de cuarta o el Iberia), a la 1:05 el
preliminar (con otro equipo de cuarta o el Iberia) y finalmente a las 3:15 el
estelar del día ya fuera el CD Salvadoreño o el Racing Jr. y lo digno de decir,
es que casi siempre ganaban los equipos locales, apoyados por sus aficionados
que se hacían presente muy fielmente por docenas y en el caso de los equipos
“grandes” (Salvadoreño o Racing) se llenaba el estadio con cientos de aficionados,
principalmente cuando jugaban entre sí, lo cual era un “espectáculo” aparte, un
acontecimiento que prácticamente paralizaba la ciudad y de los cuales, hubieron
unos partidos verdaderamente “ÉPICOS”.
Y si eran memorables
algunos de estos partidos de los cuales, recuerdo uno en particular, el que si
no me falla la memoria, sería el segundo partido entre estos dos titanes
armenienses en la liga de ascenso; el primero que había sido victoria del
Salvadoreño no lo vi pues habíamos salido a jugar con el Iberia, por lo que,
podemos decir que este sería el de la “revancha” (para el Racing Jr.) o el de
la continuación de la “supremacía” (para el CD Salvadoreño).
Recuerdo que se jugaba
el primer tiempo, cuando hubo una falta en los linderos del área grande del
Racing (a unos 2-3 metros de la esquina izquierda en sentido de ataque del
Salvadoreño); Meco Contreras agarró el balón y lo posicionó sobre la grama
adecuadamente desde donde con un toque magistral de pie derecho, lo colocó al
ángulo superior izquierdo de Manuel Jaimes (Pacún) quien era el portero del
Racing, para el primer gol del partido, 1 a 0 ganaba el Salvadoreño, se corría
aproximadamente el minuto 20, unos minutos después (quizás a los 30), hubo otra
falta casi en el mismo lugar de la anterior y, nuevamente Meco agarró y colocó
el balón a su gusto, desde donde con otro toque magistral lo metió –esta vez-
en el ángulo inferior izquierdo de Manuel y de esta manera, el Salvadoreño
ganaba cómodamente 2 a 0 y todo parecía indicar que otra vez habría derrota
para el Racing Jr. pero, antes que terminara el primer tiempo, Leonel Anaya
corriendo por la banda izquierda mandó
un tremendo disparo que no pudo contener el portero del Salvadoreño,
convirtiéndose en el gol de la honra del Racing y minutos después, el mismo
Leonel lanzó un pase al área grande donde “Chiquilla” la prendió con un sólido,
seco y fuerte izquierdazo que casi rompe las redes de la portería del
Salvadoreño para decretar un empate antes de terminar el primer tiempo. En la segunda
mitad, los equipos hicieron ajustes en la marcación por lo que el partido se
volvió un campo de batalla en la media cancha, sin libertades ni faltas cerca
de las áreas de peligro pero, a pocos minutos de terminar el partido, el
“Cabezón” Linares, desde propio campo le filtró por detrás de la defensa del
Salvadoreño, que estaba adelantada, un pase a Chico Calderón quien agarró
tremenda “guinda” enfilándose a la portería, dejando en la carrera a los
defensas (Chele) Rivas y Paco Ruedas, para fusilar al portero y con ese gol
decretar el primer triunfo del Racing Jr sobre el CD Salvadoreño en la liga de
ascenso.
Tengo que mencionar los
sucesos laterales no muy elogiables que se daban durante estos partidos y
principalmente en este que tiene que ver con las porras (que estimuladas por lo
que acontecía en el terreno de juego), se exageraban en sus manifestaciones de
apoyo a sus equipos llegando incluso a la violencia verbal y hasta física
contra la porra rival y/o contra los jugadores, algo sobre lo que, no voy a
entrar en detalles pero si, desearía expresar mi desacuerdo y deseo que no se
volviese a dar.
Otra de las cosas buenas
que ocurrieron en nuestra querida ciudad durante esa “Época de Oro del futbol”
y que vale mucho la pena mencionar, ¡el nacimiento de otro equipo de futbol!
Si, se trataba de otro
equipo de futbol, pero este equipo tenía una particularidad: casi
todos sus jugadores eran jovencitos. Estoy hablando del Iberia Jr.,
equipo que fue fundado gracias a la genial idea del profesor César Adgusto
Guardado quien había llegado a la ciudad preveniente del cantón Metalío a dar
clases en la escuela Juan José Solorzáno. Al principio, el profesor César se
había acercado al Iberia como colaborador de don Toño (y es así como lo conocí,
cuando yo jugaba en el Iberia, incluso algunas veces el actuaba como nuestro
“entrenador” o como nuestro representante) pero, de seguro en su mente ya se
había cimentado la idea de iniciar un proyecto de fútbol propio, es decir, de
su creación y así lo hizo. Los detalles de los albores de este equipo realmente
no los tengo, solo recuerdo que cuando este equipo inició su participación en
los engramados de la zona, y principalmente en Armenia, a muchos no les agradó
o por lo menos, eso es lo que decían o rumoraban algunos. Unos incluso le
habían puesto el mote del “equipo de las mariposas” a dicho equipo de manera
despectiva contra los jugadores jóvenes. Yo realmente creo que quienes se
expresaban así, lo hacían de envidia pues, este equipo tenía algo que a otros
equipos les faltaba: ¡MÍSTICA!
Y esa mística que
reinaba en dicho equipo, lógicamente era inspirada por el profesor César y
secundada y agrandada por sus jovencitos jugadores que se apoyaban entre sí, se
entendían dentro y fuera de la cancha y eso, les hacía ser un equipo bueno, técnico,
fuerte, sólido; tanto que pronto se convirtió en otro digno representante de
nuestra querida ciudad, al ganar campeonatos y subir de categoría. En este instante
habría que decir que otra de las cosas que contribuyeron a la mística de este
equipo, así como a levantar más la envidia en sus detractores, fue la novedosa
y atractiva indumentaria que lució este equipo en el inicio de temporada, se
trataba de una camisola (según supe después, manufacturada por sastres locales)
compuesta de dos piezas de tela cosidas exactamente a la mitad, con el mismo
diseño pero diferente color: rojo con “ojos” pequeños color blancos que desde
unos metros la hacían parecer color rosado en un brazo (una mitad del pecho), y
azul, siempre con “ojos” pequeños color blanco, que le hacía parecer celeste en
el otro brazo (la otra mitad del pecho), es decir que desde la distancia se
veía mitad rosado y mitad celeste… algo inaudito, NUNCA visto en un uniforme de
algún equipo de futbol en esas épocas pero, que algunos años después resultó
ser la moda en los equipos de alto nivel, incluso en selecciones nacionales
durante los mundiales como es el caso de Noruega, Suecia y después Croacia que
expusieron este revelador estilo. Podemos decir, por lo tanto que el Iberia Jr.
inició (por lo menos en nuestro ámbito) la innovación en la indumentaria de los
equipos de futbol y eso, ¡hay que reconocerlo y agradecerlo!
De los inicios de este
equipo, recuerdo al portero Oscar Montes (diablito), al otro portero German
Salinas, al querido y bien recordado Juan José (cara de guante), a “Caballito”,
a “Beche”, a “Carita”, a Luis Menéndez, a Osman (oso), a “Zingara”, a
“Frijolito”, a Alvaro “quesadilla”, al “choco” Sierra, a “Tinano” y sobre todo
a su hombre-gol Teodoro “Bochito” Rivera. Todos ellos de la misma edad, después
cuando ya el equipo se vio disminuido por la salida de algunos de sus jugadores
a equipos en categorías superiores, se le juntaron otros buenos jugadores un
poco de mayor edad como “Betino”, el “chino” Soriano“, e incluso unos años más
tarde (precisamente en el 78 y parte del 79, jugué yo, junto a Toño “tiburón” y
otros), reforzando al equipo en su marcha para subir a la segunda categoría.