Milene Hidalgo dice:
"En momentos como estos, cuando el dolor se acrecenta por la pérdida terrenal de uno de los progenitores, a pocos días de haber despedido a uno de sus hijos, solamente nos queda elevar nuestro clamor a Dios y como hermanos unirnos en oración para que nuestro Dios fortalezca los corazones de nuestros compatriotas que sufren la partida de quien en vida fuera doña Esther Rojas."
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