Aquel caminaba tranquilamente, cuando
de un "puesto del mercado" de una "muy conocida señora",
salió ella y sin mediar palabra,
le dio una cachetada
al tiempo de acusarlo de muchas cosas horribles.
El, se le quedó viendo atónitamente,
ignorante de la situación,
¿dudando si era una broma?
y pidiendo una aclaración.
Pero ella, no le atendió, no le escuchó,
ni mucho menos buscó darle una explicación
en cambio, le increpó y en firme muestra resolutiva,
le exigió que no le hablara, que no se le acercara,
que no la buscara y que mejor, se olvidara de ella,
entonces de un tajo, dio media vuelta, y
se marchó... sin voltear a ver.
El, se quedó abrumado,
con su corazón desfallecido,
con sus esperanzas destrozadas,
con sus aspiraciones derrotadas,
con su amor despreciado,
con sus ilusiones menospreciadas,
con su cuerpo desmayando,
con su ánimo por el suelo,
viéndola partir,
viendo a su "adorada"
alejarse, mas y mas, hasta que...
se perdió en el horizonte.
Y ahora él, llora, siente, ama, adora,
recuerda, añora, sufre, pero sabe
que la dignidad, le permitirá sobrevivir
porque las personas íntegras, dignas, honestas...
¡siempre salen adelante!
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