En efecto, hoy 17 de julio, hace exactamente un año desde que mi querida señora madre, Aída Luz Posada se despidiera de nosotros/as, alejándose hacia el infinito adonde de seguro, disfruta en compañía de seres buenos y bondadosos como mis queridos abuelitos y otros quienes se nos adelantaron en este inexorable destino.
¡Que Dios la tenga en su gloria, querida madre mía!
No hay comentarios:
Publicar un comentario