Futbol Juvenil Dentro del 1er. Festival del Día de la Familia del C. E. Azacualpa

Cipotada chula,

Hubo también futbol, ayer en las actividades de recreación programadas dentro del Festival del Día de la Familia que celebrara el CE Azacualpa con la ayuda de AURA. Como se puede apreciar en las siguientes fotografías, hubo mucho entusiasmo y personalmente me sentí muy contento de poder servir como el "árbitro" oficial FIFI (no FIFA) para todo el torneo que lastimosamente se tuvo que acortar a causa de una fuerte tormenta que regó esa fabulosa zona de nuestra querida "Tierra Linda". 

Le comento que durante esta actividad aprovechamos para entregar algunos de los 10 balones de futbol que el señor Nicolás "Nicky" Orellana nos donara a AURA para ser repartidos entre los participantes de este torneo de futbol, mencionando el carácter bondadoso del señor Orellana así como su gran sentido de fraternidad y bondad hacia sus hermanos/as de raza.

A penas comenzando el segundo tiempo del primer partido, a orden de Dios, San Pedro abrió la llave del agua celestial para bendecir esta tierra bonita, esta tierra maravillosa, esta tierra de vida, nuestra "Tierra Linda" y en cuestión de minutos, una torrencial tormenta que llegó acompañada de rayos y relámpagos, dejó brotar sus lágrimas de gozo y alegría sobre nuestras humanidades que con gozo la recibíamos para revitalizar nuestros organismos.

Yo, a mas de 40 años de recordar haber vivido una experiencia así en nuestra "Tierra Linda", me sentí como en un ambiente mágico y maravilloso, sin importarme el lodo, ni mucho menos el agua que inundó el campo de juego y que se apoderó totalmente del ambiente y del momento, mientras pensaba que, al empaparme todo y totalmente, era la forma como Dios me mostraba su aprobación por mi intención de ayudar, por mi interés de colaborar (aunque sea con poco) a que nuestra niñez y juventud, tenga la oportunidad de distraerse, de envolverse, de participar en actividades sanas y provechosas que sirvan para alejarse de los vicios, de la violencia, de las maras, del crimen, de la vagancia y me sentí -repito- como estando en un lugar mágico, bello... terminó ese partido y aún así, seguimos con el siguiente y después con el siguiente... y yo... feliz, mojado, empapado, pero satisfecho... hasta que terminamos el torneo ¡gracias a Dios!