Carta a Giddel
3
Con eso de la guerra que
nos impusieron los ricos y el gobierno, tuve que salir huyendo del pueblo y del
país y me imagino que en esos mismos tiempos, vos hiciste lo mismo. Creo que
fue en unos 5-6 años después, que nos reencontramos en Los Ángeles,
precisamente en el campo de una escuela de la ciudad de Lynwood, adonde el
chele Larín te había invitado para que jugaras en el equipo de futbol ARMENIA –
C. A. que yo había formado y que era integrado por jugadores originarios de
nuestro pueblo. Después, nos volvimos a
ver regularmente pues jugábamos cada sábado pero, al terminar la temporada,
volvimos a perdernos el rastro y no nos vimos más ni supimos uno del otro por
un buen rato.
Años después y gracias a las fantásticas ventajas que da la maravillosa tecnología de la comunicación a través de las medios sociales, nos volvimos a reencontrar y, fue durante la pandemia de Covid-19, que esta tecnología nos dio la oportunidad de “aprovechar” el tiempo de estar encerrados para hacer cosas que siempre pensamos en “alguna vez” hacer, así como en exponer además nuestras habilidades, nuestros pensamientos, incluso nuestros sentimientos y es de esta manera que vos y yo nos conectamos y acercamos más pues, estábamos más atentos el uno al otro de lo que hacíamos, decíamos, exponíamos, etc. y fue así como yo me di cuenta de tu talento musical, de tu carisma y capacidad artística. Después, también corroboré tu espíritu de servicio y tu bondad, al servir y proveer a los más necesitados durante la pandemia y más cercano a mi persona, me los demostraste cuando te pedí ayuda para algunas cosas que estábamos haciendo en Armenia, particularmente te agradezco la colaboración que diste para la inauguración del “Taller de los Sueños” que nuestro amigo en común, Donald Paz ha abierto en el pueblo y, más recientemente lo que estábamos planeando para la organización ÉPOCA, que junto a otros hermanos armenienses estamos creando.
No hay comentarios:
Publicar un comentario