viernes, 13 de diciembre de 2019

Época de Oro del Futbol Armeniense - Primera Parte


“Época de Oro del Futbol Armeniense”
-Primera Parte-
Cipotada chula.

Así como en toda la “Tierra Linda”, en la bella y querida Armenia también es el futbol el deporte que más aficionados tiene y el que más ha dado que recordar ya sea por los logros, éxitos y derrotas de los equipos locales, así como por las memorables y destacadas performances de algunos de los jugadores que pisaron los engramados de las canchas de futbol del lugar.

Hoy, quiero contar por medio de esta “babosadita”, lo que yo recuerdo sobre este maravilloso deporte en nuestra querida Guaymoco, principalmente en lo que se dio alrededor de la década de los 70’s, que para mí, fue la “ÉPOCA DE ORO DEL FUTBOL ARMENIENSE” y empiezo con lo siguiente: 

Siendo yo un niño de unos 6-8 años, jugando “pelota” en la calle que pasaba por la casa de mis abuelitos, más precisamente la 1era. Calle Oriente, junto a un cipotío de nombre Roberto y a quien le decían “el Serranito”, el primer equipo del cual hablábamos era el C. D. Salvadoreño y es que, el papá de Roberto era precisamente el masajista de dicho equipo, su nombre era Jesús (Chuy) y pues por eso, ¡decíamos que el mejor equipo del pueblo era el CD Salvadoreño y punto! (¿aunque realmente, no sabíamos si acaso hubiera otro equipo en el pueblo?). ¡Y si habían!, Ya existía el Racing Jr. Y otros equipos incluso unos que no eran federados, como lo descubrí unos años mas tarde.

Por ahí por estos mismos años de la década de los 60’s, es que asistí por primera vez a ver un partido de futbol, fue un internacional durante las fiestas patronales, entre el CD. Salvadoreño versus un equipo de Guatemala (que si no me falla la memoria era de Concepción Mita, invitado por don Ángel Espinoza, si no me equivoco) en la cancha del 21 de Noviembre (claro recuerdo haber cantado el Himno Nacional siendo tocado por la Banda Municipal, enfrente de la hermosa bandera nuestra que había sido izada junto a la chapina en unas varas de bambú que habían sido improvisadamente sembradas en el costado oriente del campo) después, me hice aficionado del Salvadoreño y frecuentemente asistía los domingos al estadio local a verlo jugar y por primera vez también viajé a apoyarlo –gracias a don Rubén Letona- quien me llevó en su camión color azul-celeste en el que llevaba al CD Salvadoreño, a Coatepeque a jugar contra el equipo local Malakoff (¿o será Malacoff?). De esta época, en el equipo recuerdo que jugaban Remberto “Calandria” Fuentes (a quien le llevaba el maletín para que me dejaran entrar a ver el partido), a Ismael Membreño, al “Colocho” González, a Franco, a Rufino Galán (el Cuyo), al “Candadito” y sus chilenas, Osman Uceda, Paquito Belloso, también en algún momento recuerdo que jugaban Alex “Candado”, los hermanos Pineda (no eran de Armenia pero nunca supe de adonde eran originarios, uno era defensor y el otro portero, que después jugaron en el Águila de San Miguel), al profesor Rigoberto Arquioni, a los hermanos Toledo (originarios de San Julián, que les decían “Sapo”), a René Martínez (Conejito), Javier Martínez “Caballito”, (hijo de Beto quien también jugó en el CD Salvadoreño), Ademir (el Chino) Baños, Roberto “Garrobo” González, los hermanos Contreras Edgardo (Gando) y Meco (el mejor futbolista armeniense de todos los tiempos –en mi opinión-), sin olvidar al GRAN defensa central Oscar “Cutucú” ni al “poderoso” y muy “temido” rompe-redes José “Paiza” Pérez, a los hermanos Rodín y el “Chino” Juan Argueta, a Pablo Arévalo, a Toño “Cacho” Burgos, y otros.

Posiblemente en los albores de la década de los 70’s o durante el ocaso de los 60’s es que nacieron otros equipos de futbol en el pueblo aunque no estoy seguro que hayan sido federados, uno de ellos era un equipo (al que no le conocí nombre) que jugaba  en un campo hecho en medio de las lomas donde hoy está situada la colonia San Antonio, mejor conocida como colonia “El Mico” y que –no sé porque razón, en mi mente se me quedó grabado el apellido de la familia Nerio (que vivían al costado del portón de entrada al cementerio, como los “organizadores”); quien me llevó a verles jugar fue Facundo Linares (a quien le decían “Chele Ratón”) tremenda “estrella” de este equipo; también estaba el “San Martín”, equipo de mi barrio (San Sebastián) fundado por don Antonio Ayala, en el que recuerdo que jugaban –entre otros- Pedro Viña y Jorge (Berenjena), equipo que vi jugar (por primera y única vez) contra otro equipo armeniense, el CIDA (Club Independiente Deportivo Armeniense) formado y dirigido por Paul Coto en el que jugaba un muy fino y buen jugador que le decían “Bico” y si no me equivoco, también Lito-Toño Orellana.

Ya en los primeros años de la década de los 70’s es que realmente el futbol empezó a “masificarse” y hacerse más popular en nuestra querida Miahuatlán; en los años subsiguientes de la década, es cuando floreció plenamente y colocó a la bella Armenia en la vista de todo el país pues ambos equipos grandes, CD Salvadoreño y Racing Jr. se ganaron lugares preponderantes en sus respectivas competencias a causa del alto nivel de su juego y destacado desempeño táctico-técnico de sus jugadores que le valió a ambos equipos ser reconocidos, respetados y hasta temidos. A ellos se les agregaron otros equipos en categorías más bajas, primeramente el Iberia (formado originalmente con el nombre de Independiente, después ADI, finalmente: Iberia) por don Toño Henríquez, el famoso y recordado “Capi”, dueño de la “Hielería Palmera” y gran entusiasta, promotor y destacado mecenas del futbol armeniense. Del barrio Nuevo salió el Fuerte Armenia, fundado por don Nico (creo que su apellido es ¿Durán?), otro mecenas del futbol armeniense nunca reconocido públicamente (aunque cuando AURA estaba funcionando, le dimos un humilde reconocimiento póstumo a su familia, al igual que a la familia de don Toño Henríquez, a la de don Rafael Argueta y a la del querido “Chele” Merino), pues bien don Nico, de manera callada, sin alardes, sin altaneras pretensiones, siempre con su cigarrillo al labio, formó dicho equipo que en su momento sirvió de semillero para el CD Salvadoreño, así como lo era el Iberia para el Racing Jr…. empezaba la “Época de Oro del Futbol Armeniense”.

En este momento voy a hacer un paréntesis para hablar sobre algo que sucedió en esta época y que lastimosamente jamás se repitió en nuestra ciudad: ¡partidos de futbol femenino! Y es que, por iniciativa y financiamiento del señor Ángel Montoya (hijo de don Fabio y doña Fidelina Montoya, vecinos de mi familia), se dieron en dos ocasiones durante las fiestas patronales, unos partidos de futbol femenino entre dos equipos capitalinos donde jugaban sus dos hijas. Don Ángel financiaba todo lo relacionado con estos partidos y en el pueblo, el lugar adonde llegaban los buses con las jugadoras con sus familiares y amigos, era la casa de la familia Montoya, enfrente de la casa de mis abuelos y pues, ahí es que yo me acercaba para curiosear y observar lo acontecido en ese ámbito. ¡Lástima que no aprendimos de esto para continuar con esa gestión y fomentar el futbol femenino en nuestra ciudad!

Para los primeros años de la década de los 70’s, el futbol armeniense estaba representado por varios y buenos equipos, el CD. Salvadoreño destacaba en primera categoría “B”, el Racing Jr. en segunda, el Iberia en tercera, el Fuerte Armenia en cuarta. Además, se fueron agregando otros equipos que se fundaron y federaron en cuarta categoría como La Gloria (fundado por personas residentes en esa finca/beneficio propiedad del doctor Rubén Rodríguez –quien era el presidente de la Asamblea Legislativa de la República), el Necaxa (formado por residentes de la zona alrededor de la Estación del Tren, y posteriormente el San Antonio (fundado por “Chicho” Calderón en la colonia del mismo nombre: San Antonio), más adelante un grupo de obreros de la sastrería formaron el Riski-Raska; también me suena otro equipo: “El Mora”, del cual lastimosamente no recuerdo mucho pero, ojalá que usted que está leyendo esto, si sepa o recuerde y nos lo comente. 

Fue precisamente en el año 1973 que yo fui invitado a jugar en un equipo federado, el Iberia, me invitó don Toño, “el Capi” personalmente, una tarde después de haber jugado en la cancha de la Estación un partido de los intramuros del Tercer Ciclo (el estadio 21 de Noviembre estaba siendo re-engramado). ¡Traeme dos fotos, me dijo, y yo te voy a inscribir para que jugués en la próxima temporada! Le llevé las fotos y después de inscribirme, un día me mandó a decir con el “Negro” Juan (quien era uno de los porteros del equipo) que me presentara el próximo domingo al estadio (que ya había sido re-engramado), para el primer partido de la temporada.

Mi debut fue inesperado como maravilloso, casi de ensueño. Resulta que el Iberia había bajado de categoría el año anterior por lo que estaba en 4ta. junto al Necaxa, La Gloria y nuestro más grande rival local, el Fuerte Armenia que tenía en sus filas a temibles jugadores ya con larga trayectoria, como lo eran los hermanos Juan y Nazim (los famosos “Kaká”), además del “Macho Choco”, “Tortilla” y Lito “Guacalada” que eran temibles por ser muy leñeros, agresivos y duros para jugar. Afortunadamente, en el Iberia había muy buenos jugadores ya con trayectoria también como los hermanos Amílcar y Chepe Luis Salazar, Nico Pocasangre, Tony Osorio, Monterrosa, el Conejito, Erasmo “Pacaya”, el ya mencionado “Negro” Juan, Ricardo “la Morena” y otros, más los nuevos que llegamos incluyendo los “novatos” José “Tiburón” Fuentes y Will “Pacayita”, por lo que el equipo era verdaderamente… ¡de lujo!    

Yo, realmente nunca desee jugar en algún equipo en particular, es decir, a mí no me quitaba el sueño tal o cual equipo, yo simplemente disfrutaba jugar pero, saber que jugaría en el Iberia, me alegraba mucho pues, en esa época, después del CD Salvadoreño y del Racing Jr., el Iberia era el que mejor era aceptado entre la fanaticada armeniense; eso se veía en los partidos cuando muchos aficionados llegaban a presenciar los juegos y apoyar al equipo. Yo no sabía mucho del Iberia, antes de que me invitara don Toño, ya que solamente recuerdo haber visto en el parque, un cartelón hecho por don Betío (el señor pintor que trabajaba en el cine Lux), colocado en una columna del parque enfrente de la alcaldía, esquina opuesta a la tienda de la “Tía Lina”, anunciando un partido entre el ADI (Asociación Deportiva Independiente) contra su archirrival: el Indianápolis de Izalco, yo tendría unos 12 – 14 años, quizás.

Pues bien, el día del primer partido se llegó y yo, me presenté al estadio allá por donde estaba la “pilita” debajo de los palos de maquilishuat, cerca de la puertecita que servía para ir a recoger el balón cuando se iba para abajo por la cuesta al ser pateado sobre el muro de ladrillo, pues ahí estaban los jugadores junto a don Toño; el partido… ¡sería contra el Fuerte Armenia!

Debido a ser un partido entre dos equipos locales, había llegado mucha afición y yo, realmente no esperaba jugar es decir, ser titular pero, don Toño, al entregarme la camiseta y calzoneta del uniforme (que había sido usado anteriormente por el Racing Jr.) me dijo que jugaría de defensa central (cosa que me sorprendió pues yo solo había jugado de delantero en los equipitos de la escuela y tercer ciclo), que me preparara y cuando puso sobre el suelo los “carnets” de los jugadores titulares en cada posición dentro del terreno de juego, ¡ahí estaba el mío! Antes del partido no hubo plática estratégica ni táctica, de parte de don Toño; para mí fue, solamente un: “¡no te les vayas a ahuevar a esos, entrales con huevos, si no, te van a joder!”

Empezamos a jugar y aunque dominábamos al rival, no podíamos meter el primer gol, yo me sentía muy bien, seguro y ganaba todos los balones que se me acercaban, rechazándolos para evitar peligro en nuestra meta defendida por “la Morena”, por ahí por el minuto 35 del primer tiempo, me adelanté un poco y al llegarme una pelota, la controlé y le metí un zapatazo desde un poco más adelante de la media cancha (unos 40-45 metros) directo a la portería, el cual se le zambulló al portero (era Miguel “Sandía”) y se coló hasta tocar las redes…¡gol, mío…. no lo podía creer! Se me acercaron todos mis compañeros bien contentos a abrazarme. Después, metimos 3 goles más durante el partido y, reconozco que por un error mío (le tuve miedo a Lito “Guacalada” que se me tiró con tremenda patada al cuerpo), dejé que se me pasara el balón para que este metiera el único gol de su equipo… ¡ganamos 4 a 1, buen comienzo, la gente bien contenta y muchos, se me acercaron para felicitarme, me sentía excelentemente bien, no lo podía creer, era como un sueño!
Ese año, ganamos el campeonato, en gran parte, gracias a los goles de José “Tiburón”, de Erasmo y principalmente de Will “Pacayita” quien se convirtió en nuestro goleador estrella, yo seguía jugando de defensa central (gracias a que don Toño había “encontrado” el puesto más adecuado a mi forma de jugar) junto a Tony Osorio y con Monterrosa a un lado y Olmedo al otro, armando una defensa que era casi impenetrable, mientras en la “media” contábamos con las peripecias, picardía, buen estilo, control de balón y dominio del terreno de juego de parte de Chepe Luis, de Nico y sobretodo del Conejito y de Amílcar Salazar que nos brindaban un equipo con gran equilibrio y esquema ganador, con eso, logramos poner al equipo nuevamente en la tercera categoría. Al año siguiente, volvimos a campeonizar y logramos subir a segunda categoría; de este año, recuerdo los épicos partidos contra un equipo de Sonsonate formado por rudos y malintencionados exjugadores de primera categoría y de ascenso, llamado “Piratas”, también recuerdo al Indianápolis de Izalco que se había cambiado el nombre a “Comandos”. Al final de esta temporada, nos llegó a 4 de nosotros: Mario Olmedo, a José “Tiburón”, a Will “Pacayita” y a mí, la noticia que el Racing Jr. estaba interesado en ficharnos para que jugáramos con ellos en la ¡Categoría de Ascenso!

Datos personales

Salí de la "Tierra Linda" en 1979 y siempre soñé y añoré con regresar y ver a la gente querida y a los lugares que me vieron hacer muchas cosas allá hace muchos abriles ya...