¡Un/a Verdadero/a AS Nuestro/a!

Cipotada chula,

Con mucho gusto le traigo estas líneas sobre otro/a  Verdadero/a AS Nuestro/a:

Su visión de gran hombre fue determinante para que este hermano de raza fuera reconocido como un emprendedor, bien dispuesto y centrado personaje dentro de la sociedad armeniense, más precisamente dentro de la comunidad deportiva-futbolística de nuestra querida Armenia.



Destacó como jugador de futbol en nuestra ciudad pero, se le reconoce más como un buen y exitoso dirigente deportivo, aunque también fue un destacado empresario y estudiante universitario. No conozco mucho sus antecedentes infanto-juveniles pero, partiendo de las varias (y variadas) pláticas que hemos tenido, asumo que su notoria formación intelectual, su capacidad interpretativa, su facilidad comunicativa y gran poder de persuasión han sido el resultado de la conjunción de su propia iniciativa, de la práctica autodidáctica, de los consejos/ejemplos de su padre (u otros personajes de importancia en su vida) y -por supuesto- de la educación formal a través de la escuela en sus diferentes etapas en las que él estudió.


Mis recuerdos de este personaje viajan hasta los años 70s, al principio de esa década, allá por el 1973 o por el 1974, era cuando el equipo de sus amores: el Salvadoreño de Armenia, se preparaba para celebrar sus bodas de oro, es decir, sus primeras 50 primaveras… ¡50 años de vida dentro del futbol nacional!


Y este hermano de raza, aunque era aun un joven en ese tiempo, era ya un respetable dirigente de dicho equipo que dicho sea de paso, creo que vivió, junto al otro grande de la ciudad el Racing Jr., su mejor época pues, no solamente cumpliría sus 50 años de existencia, sino que también se presentaba en las diferentes canchas de la región, como un sólido, fuerte, compacto y temible equipo, con suficientes elementos y argumentos como para lograr su ascenso a la categoría mayor de nuestro futbol, mientras en nuestra ciudad, el orgullo de saberse bien representados/as con ambos equipos, era elevado, bien alto.


No es un secreto que el éxito de este equipo se debió en gran parte a la voluntad, inteligencia, dedicación, visión y grandes deseos de poner en el mapa futbolístico nacional a nuestra ciudad, por parte de los dirigentes quienes, se desvelaban en su afán de lograr dicho éxito, entre los que destacaba este hermano de raza.


Lastimosamente, la guerra que nos impusieron en la década siguiente, no solamente deshizo ese fuerte núcleo social que se había formado en esa mesa directiva de dicho equipo de futbol, de la cual este amigo era miembro, sino que también causó que varios tuvieran que salir huyendo para salvar su vida; nuestro hermano de raza, esta persona de quien hoy le hablo, no se salvó de esa nefasta realidad y también tuvo que salir de nuestra ciudad. Llegó a Los Ángeles en el año 1980 y al arribar a esta metrópoli de cemento, de acero y de frías noches, sus energías fueron encaminadas a buscar el medio que le permitiera sobresalir, sin ser una carga para nadie, como son los cánones de los hombres dignos, de los hombres con valores, es decir, de nuestros/as hermanos/as y así, rápidamente encontró el medio que le permitió crearse un espacio para vivir acorde a sus posibilidades, a sus necesidades, a sus deseos.


Una vez logrado esto, nuestro hermano de raza, de nombre Amilcar Guevara, volvió a consolidarse dentro de la comunidad armeniense, como un ente importante y respetado, al integrarse, junto a otros en una directiva que buscaba darle seguimiento y mantener una tradición que habíamos comenzado unos años antes, que era la del futbol entre Armenienses a través de un campeonato que se realizaba cada año en el área angelina.


La presencia de Amilcar en esta directiva, ciertamente le dio mucho reconocimiento y credibilidad a dicha actividad deportiva con lo que, algunos veíamos con agrado y mucha esperanza, la posibilidad de felizmente y finalmente, aglutinar a toda la sociedad Armenienses en el área para emprender tareas de beneficio colectivo para la comunidad local así como para la de nuestra ciudad allá en la “Tierra Linda” pero, infortunadamente, tal como ha sucedido tradicionalmente, los/as mismos/as de siempre, los/as que nunca hacen ni dejan hacer, se avocaron a sabotear este proyecto hasta que los socavaron y lo hicieron caer al suelo, tristemente…


Pero Amilcar no se amilanó, ni se dio por vencido, el siguió por su cuenta haciendo cosas a nivel individual que le daban satisfacción personal y se dedicó con más atención ahora, a sus cosas y necesidades personales/familiares –sin olvidar el sentido de fraternidad, ni de ayudar al/la hermano/a mas jodido/a, cuando se le solicitaba su colaboración- con lo que logró adquirir su propio vehículo comercial con lo que hoy se gana su sustento y con lo que también, ha dejado un huella bien marcada en los ámbitos en los que ha visitado, como un hombre de bien, un buen ejemplo para los demás y como un ser humano digno, amable, respetuoso, colaborador, fraternal, inteligente y de buenos sentimientos, es decir, como un bien nacido armeniense o lo que es lo mismo, un… ¡TREMENDO AS BUCHON!


Y yo, en pleno uso de mi derecho de decir lo que pienso acerca de las buenas acciones de mis hermanos/as de raza, aprovecho este medio para declarar con orgullo y alegría a Amilcar Guevara como un bien nacido armeniense, como un orgullo nuestro y como un personaje buchón ejemplar, al que agradezco públicamente por permitirme ser su amigo así como por las incontables y buenas contribuciones que para nuestra entidad, AURA el –junto a su esposa, Morena- nos han hecho llegar.


Felicidades, Amilcar, debes saber que hay muchos que te admiramos, te respetamos, te guardamos cariño y te agradecemos por todo los bueno que en tu paso has dejado en estos ámbitos con lo que has contribuido a consolidar la imagen que nosotros/as los/as bien nacidos/as buchones/as somos gente de bien, somos de gran valor… ¡muchas gracias por todo!


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Ya desde la primaria… ¡ella era una niña muy despierta, entusiasta, bailarina, deportista, alegre, bulliciosa y popular!

Sus amigas eran las bichas más populares de la escuela y quizás de toda la ciudad en esa tierna y bella época, de las cuales recuerdo a Rhina Figueroa, Simo Gil, Rina García, Dinora Peralta y otras pero, sin duda alguna, la más allegada y quizás la mas querida por ella era (es) Nuria Sandoval, con quien eran casi inseparables. Así, como a Nuria Sandoval se le conocía como la Nuria “gorda”, a la mencionada cipota de la que hoy les cuento, le conocíamos (y aun le llamamos) como… Nuria “seca”.
Siempre se les veía juntas a ellas dos en cualquier lado, yendo a la escuela (Uriarte), al Tercer Ciclo y al Instituto del pueblo, o a las actividades deportivas en las que siempre participaron juntas. Claro tengo el recuerdo de este grupo de bichas que sobresalían notablemente por su alegre y bulliciosa presencia en aquellas tardes deportivas en el estadio 21 de Noviembre, durante el torneo intramuros que la asociación nacional de maestros (ANDES 21 de JUNIO) tuvo a bien realizar entre todos los centros educativos del pueblo, con futbol para los varones y softbol para las niñas. Eran tremendos mascones y grandes “agarrones” entre las bichas de la Uriarte y las de la Trigueros que eran adornados con aquellos cánticos por parte de las barras respectivas que decían: “Esa pitcher, se quema, esa pitcher se quema…” o aquel: “Arroz, frijoles y ajo… ¡la Trigueros se va para abajo!
También estaban los bailes de las tardes de los viernes, que se desarrollaban en los amplios, bellos y frescos pasillos de la Uriarte adonde llegábamos a mover el bote toda la bichada escuelera de esa época y en los cuales, también sobresalían este grupo de bichas con sus movimientos dancísticos atrevidos y novedosos y quienes, se agrupaban formando círculos dentro de los cuales, cada una de ellas mostraba su mejor paso ante la algarabía, regocijo y relajo de las demás amigas de ellas y de los que estábamos como espectadores… mi amiga, nuestra amiga, estaba ahí, siempre ahí, en medio de la jerigonza, del desmangue, del baile, de la alegría sana…
Después, recuerdo que ya en tercer ciclo, cuando hicimos una presentación de gimnasia, eran estas bichas también las más destacadas y para los bailes, en realidad para cualquier actividad eran siempre estas bichas las que se destacaban y dentro de ella, siempre estaba mi amiga, mi hermanita, la mentada… ¡la Nuria “seca”!
Y así fue hasta que, la edad nos llegó y tuvimos que aceptar los años que se nos vinieron encima; con estos, más los acontecimientos que hicieron desangrar a nuestra “Tierra Linda”, muchos tuvimos que salir huyendo a lugares desconocidos y extraños con lo que, perdimos el contacto con muchos/as y con otros/as nos perdimos de vista y no supimos nada.
Fue hasta que casi obligado por un amigo, allá por el año 1994 o 1995, fui a un baile que se efectuaba en el famoso Hollywood Palladium el que era amenizado por los conjuntos salvadoreños: Fiebre Amarilla, Los Vickings, Los Hermanos Flores y Tito Mira (cuando tocaba en la Chanchona de Arcadio) y pues, no me lo van a creer pero, como yo era invitado del señor Antonio Ayala (presidente del programa de televisión: Hola El Salvador), este amigo me llevó a los camerinos del lugar para saludar y entrevistar a ambos Titos (Flores y nuestro “Chivazo Mayor”), cuando en ese lugar me encontré con los/as hermanitos/as de raza Amilcar (el chino) Soriano y su esposa Frine y a la mentada… ¡Nuria ‘seca”!
Nos fundimos en un fuerte abrazo fraternal y nos pusimos a platicar de miles de cosas en cuestión de segundos, como queriendo en ese instante recuperar toda la historia que nos habíamos privado entre nosotros/as a causa de la distancia y la lejanía en la que estábamos hasta ese momento. Me contó brevemente acerca de su bella familia y creo que hatsa bailamos unas cuantas canciones; en un instante y como es mi costumbre, me desaparecí del lugar sin despedirme de ella.
De vez en cuando nos volvíamos a encontrar pero, fue hasta la primera actividad que como el grupo “Amigos de Los Nómadas” hicimos en casa de mi hermanito Luis “Luigui” Rivas, que realmente “nos volvimos a encontrar” ya que, fue en esa ocasión cuando, al sacar a relucir su innato y profundo valor humano y su sentido de bondad, ella me ofreció su ayuda. Ayuda que desde ese momento ha sido constante, leal, desinteresada, plena, sincera y sobretodo, llena de amor al prójimo, llena de entusiasmo y de honradez.
Tal es así que ella ha sido mi “motor”, ha sido el lado “femenino” de nuestra organización y quien le ha puesto el sentido emocional y crítico a las decisiones que hemos tomado. Ha sido también mi paño de lágrimas y mi confesora y es a quien le agradezco infinitamente que me ofrezca toda su amistad.
Estoy convencido que sin ella, AURA no fuera la entidad fuerte, sólida y socialmente activa que es. Y es que, ella a pesar de sus múltiples responsabilidades que una familia acarrean, ella se da tiempo de “realmente trabajar por la causa de AURA”.
Con el tiempo, compartí con su querida familia, con su esposo Hernán Durán (quien es otro invaluable y muy apreciado elemento de AURA) y a sus dos vástagos: Hernán Carlos y David Efraín y en eso, llegué a saber que ella, tiene su propio negocio en su casa de residencia. En efecto, Margarita (Nuria “seca”) posee un “Jardín Infantil” o guardería como le llaman también en la que, ofrece un espacio tranquilo, placentero y seguro para sus niños/as, así como atención, cuidado y sobretodo cariño a cada uno/a de estos/as pequeñines cuyas madres, le muestran su agradecimiento y gratitud a Margarita de manera constante y sincera y el Estado de California, le reconoce como una verdadera líder en este rubro del cuidado infantil a nivel estatal.
Margarita pues, ha venido a este país, a dejar su huella, a no ser “una mas”, sino que al contrario, ha venido y con su desempeño ha demostrado que las mujeres salvadoreñas y en este caso las “buchonas”, son grandes valores y que con su trayectoria limpia, honesta y digna, está dejando huella y poniendo bien en alto a nuestra bella ciudad.
Por todo esto, por ser una bien nacida “buchona”, por ser una buena esposa y excelente madre, por ser una gran emprendedora y por todo lo que significa para AURA y lo que representa para los sectores infanto-juvenil marginados de nuestra querida Armenia, me da mucha alegría y siento un gran honor declarar a Margarita (Nuria “seca”) Durán como… “¡Una Verdadera AS Nuestra!”

Gracias, Margarita que Dios te pague tanta bondad, yo te ofrezco mi amistad sincera.

Sinceramente,


Edgardo Posada (El Monsiour)
AURA
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Lo primero que se me viene a la mente acerca de este hermano, son los recuerdos de aquellas ocasiones allá en el pueblo en las que, aprovechando la complicidad de la oscuridad de la noche, la relativa soledad de las calles, la conveniencia que los recovecos del lugar proveían (incluidos los de aquel bello árbol de fuego, enfrente de la puerta de entrada de la casa de una familia vecina), mas la complicidad de la luna, se brindaba efusivamente a rendirle besos, caricias y palabras amorosas a quien años después, sería su esposa y quien vivía a solamente dos casa de la que vivía yo.
A pesar de la oposición a esta relación por parte de los padres de la novia a causa de la poca edad de ella (argumentaban, como si acaso existiera la edad “justa” para enamorarse), los encuentros entre ellos eran cada vez mas frecuente y aunque estos eran generalmente largos y placenteros, en algunas veces estos eran interrumpidos por mas de algún/a parroquiano/a consentidor/a o cómplice quien les alertaba que se acercaba alguien (lo que habitualmente significaba que se acercaba la mamá de la novia, quien tomaba para sí esta tarea para evitar que el papá de la joven tomara cartas en el asunto con mas severidad y quizás castigo para ella), ante lo que aquel, salía barajustado en busca de lugares “mas seguros”; en las ocasiones que yo observaba eso desde mi casa (o que escuchaba el despapaye en la calle), me ca…ía de la risa pues me traían a la mente, mis propias “peripecias” de esa índole.
Con eso de la guerra que nos impusieron, yo tuve que salir de la querida “Tierra Linda” y pues, ya no supe mas que sucedió con este hermano, era el año 1979…
Resulta que al año siguiente, exactamente el 23 de septiembre de 1980, este hermano arribó a Los Ángeles, dejando atrás a su novia quien era ya su esposa pues unos 3 días antes, el 20 de ese mismo mes de Septiembre del 1980, se habían casado en nuestra bella Armenia y quien 3 meses después, el 28 de Diciembre del mismo año arribaría también a Los Ángeles para unírsele a su esposo.
De inmediato, Jaime se matriculó en la escuela Evans del centro de Los Ángeles, con el propósito de aprender Inglés.
Al encontrase con ciertas dificultades familiares que no valen la pena ser mencionadas, Jaime también comenzó a trabajar y así, obtuvo su primer salario de $50.00 semanales en un estacionamiento, adonde laboraba como chofer. En vista que este sueldo no era suficiente para sus gastos y aspiraciones, Jaime contactó a otro hermano de raza nuestro, Moris Rivas (QEPD), con quien se dedicó a trabajar y aprender el oficio de enderezado y pintado de vehículos con un sueldo de $80.00 a la semana. Con Moris, Jaime adquirió los suficiente conocimientos como para dominar este oficio de manera que le sirviera para cimentar su plan de convertirse en propietario de su propio negocio pues, eso era lo que el espíritu emprendedor y la natural inteligencia suya le dictaban e indicaban que era el camino que él debería tomar.
Con unos pocos ahorros y con la ayuda de su esposa, Jannette, Jaime se compró un carro Toyota Celica del año (1980) color café de una subasta de automóviles chocados, al cual lo reacondicionó y logró vender a un precio que le permitió obtener una buena ganancia; ¡Jaime empezaba a realizar su sueño!
Alrededor del año 1981, yo recuerdo haberle comprado un Audi 72, color dorado que era mi primer carro comprado pues, el otro que tenía (mi primer automóvil, un Chevrolet Malibú 66) me lo había regalado una tía.
De su feliz matrimonio, nació Linda Julieta el 13 de Enero de 1982, Jackelyn Michelle el 23 de Octubre de 1985 y Jaime Manolo el 14 de Diciembre de 1989. Ahora, son una bella familia que vive feliz en su residencia en la vecindad de la ciudad de San Bernardino.
Con su visión de emprendedor, en 1984 Jaime rentó un local para instalar su propio taller allá en el boulevard Reseda adonde se mantuvo por unos dos años hasta trasladarse en 1986 a un local mas amplio en la calle Hart, adonde también abrió su propio lote como concesionario de vehículos y su sueño, se concretaba aun mas. Por unos 25 años, Jaime manejó su negocio con mucha habilidad y sapiencia, con las que logró realizar la tarea más importante de un padre, solidificar el porvenir de sus hijos, hasta que decidió cambiar de rubro y así, desde hace unos 6 años, Jaime se dedica a la industria de la construcción en lo cual, se dedica en la actualidad a dos grandes proyectos, uno en el condado de San Bernardino y el otro, uno gigante en la ciudad de Mexicali, México.
Las veces que yo he visitado el sitio en San Bernardino, he quedado asombrado de la magnitud de este proyecto así como impresionado con la capacidad de Jaime para dominar todos los aspectos de esta industria pero, lo que mas me ha agradado, es ver la manera amigable y sin distingos como trata a sus empleados, incluso, me consta que a todos los empleados que tiene (son unos 10), les trata como sus iguales, como si el no fuera el patrón y de ellos, a 2 que son también hermanos de raza nuestros, originarios de nuestra querida Armenia, no solamente les da empleo sino que también les proporciona alojamiento en su propia residencia, en la cual estos jóvenes tienen hasta “internet y cable”, ya no digamos la certeza de un techo seguro ni mucho menos, el cariño de una familia.
Y subrayo: cariño de familia porque me consta que esto es en efecto lo que estos jóvenes reciben por parte de Jaime, por parte de Jannette y por parte de Linda Julieta, Jackelyn Michelle y Jaime Manolo pues así es el ejemplo que Jaime les ha dado.
Jaime es también un colaborador incondicional de AURA; un elemento indispensable de nuestra organización, un valiosísimo consejero y un muy querido y apreciado hermanito, quien siempre está ahí, dispuesto a echarnos la mano, a ayudarnos y a permitirnos ayudar a entidades trabajadoras como “Las Señoras de la Caridad” allá en Armenia, por lo que públicamente y de manera efusiva manifestamos nuestro profundo agradecimiento y nuestro inmenso cariño
Por todo lo anterior, y con mucho orgullo y satisfacción, tengo el honor de declarar a mi hermano Jaime Sánchez Hernández como un Armeniense Sobresaliente, un verdadero “AS Buchón” y un orgullo nuestro.
Felicidades Jaime y gracias por ser como sos y por todo lo que hacés para que nuestra sociedad sea mejor y orgullo nuestro.
¡Definitivamente sos un ejemplo y un digno representante nuestro, es decir, un biennacido buchón!

 
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Aquí tenemos a Jaime enmedio de Herbert Segura y los señores Pimentel, Samara y Jesús.
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En esta, Jaime está con Adán Merino y Jimmy Rumualdo.
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Con Jannette, su querida esposa...
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Y seguía mentiéndole al diente...
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Junto a su hijo Jaime Manolo y Herbert Segura


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Ser hijo varón único le condicionó grandemente en su desarrollo y formación, lo que le valió para convertirse en un líder de carácter decidido.



Mis primeros encuentros con este amigo se dieron –según recuerdo- de manera casual y no fueron situaciones buscadas o iniciadas con algún propósito particular. Claramente recuerdo una vez que con este amigo nos encontramos en el camino hacia el estadio, para ver un partido de futbol del equipo local, el Salvadoreño, era aproximadamente el año 1965-66. Al acercarme a la taquilla, este amigo se me acercó para preguntarme cuanto costaba la entrada y, al intentar responderle, otro cherito se encimó para decirnos que no teníamos que pagar, que nos podíamos subir por el tapial allá por el lado sur del estadio (la parte que daba al terreno de la finca Las Palmeras adonde sembraban maíz y en el que había una cabra bien brava, a la par de la calle que llevaba a San Eugenio); para allá nos fuimos siguiendo los consejos de este chero que era Chepe Caravantes.


Chepe se trepó y en un santiamén estaba al otro lado, en ese momento este amigo me dice: ¡yo no me voy a subir porque voy a rayar mis zapatos! Y mostrándome una moneda de 25 centavos (unas pequeñas del tamaño de un “dime” que usábamos antes que nos impusieran el dólar) y se alejó de ahí rumbo a la caseta. De seguro este amigo ni cuenta se dio pero, para mí, ese hecho fue fundamental para formarme una idea sobre él: “no le gustaba correr riesgos, apostaba por lo seguro”.


Años después, durante un baile de esos que las escuelas hacían en las tardes de los viernes, precisamente en uno de los salones vacios que antes habían servido de aulas de la escuela Juan José Solórzano ahí enfrente de la iglesia, este amigo se me acercó para hacerme el siguiente comentario: “¡mirá Posada y por qué haces los mismos pasos de baile, invéntate nuevos hombre!” ante lo que me quedé perplejo y no supe que decir, justo cuando se acerca una amiga de él (Digna Ayala) y le pide a mi amigo que vayan a bailar, ante lo que mi amigo responde: “!no!, no quiero… es que, ¡no quiero… bailar!” entonces se acercan unos compañeros de grado de él (William Alfaro entre otros) y le empiezan a querer dar ánimo, ante lo que él les confiesa: “¡es que no sé bailar!”.


Los meses pasan y se afianza mi amistad con Juan “Chavita” quien es un amigo en común y compañero de este amigo del que les estoy contando hoy. Pues bien, Juan Chavita me abre los ojos y me ofrece una perspectiva diferente acerca de este amigo, contándome que este amigo, de nombre Abraham Figueroa, es un joven inteligente y sincero, que es muy amigable y que tiene la buena cualidad de leer mucho, tal como vos y como yo (me decía Juan Chavita), vieras que buenas se ponen nuestras pláticas –seguía Juan-, es más, un día de estos te voy a invitar a ir a su casa.


Pues bien, una tarde estábamos en casa de Abraham, cuando en la radio sonó la canción “Suavecito” de Malo (Jorge Santana) y yo me puse a tararearla repitiendo solamente lo que sabía (que solamente era: “uhmmm, my loving”…) ante lo que Abraham se puso a reír diciéndome que no decía eso, ¡que me la aprendiera antes de cantarla!


Finalmente, otro de los recuerdos que tengo de Abraham es este: estábamos en un baile en el recientemente inaugurado edificio del instituto de Armenia, cuando se me acercó para preguntarme: ¿Mirá Posada, por qué siempre te ponés esa camisa de vaquero para ir a los bailes?


De esto, estamos hablando que pasaron ya varios abriles y, como todos sabemos, a causa de la guerra que nos impusieron los ricos, muchos tuvimos que salir huyendo de nuestra “Tierra Linda” y yo, me vine para la ciudad de Los Angeles, era el año 1979.


No supe más de Abraham hasta que, ahí por el año 1984, lo vi nuevamente e inmediatamente se incorporó al equipo de futbol que junto a otros habíamos formado, el Armenia. C. A. Jugamos varios partidos y era muy frecuente que me lo encontrara en reuniones y eventos sociales pero, Abraham no tenía pensado radicar permanentemente en esta ciudad pues quería terminar sus estudios, de tal manera que tiempo después, viajo hacia Canadá adonde vivió algunos años.


Recuerdo que a volvimos a jugar juntos unos años después y que, a partir de ahí, nuestra amistad se solidificó aun mas.


Un día, ya titulado como ingeniero, Abraham me pregunta si podría hacerle llegar su curriculum vitae a un tío político mío que trabajaba como jefe del departamento de mantenimiento de una compañía muy reconocida internacionalmente, a lo que accedo y para suerte, Abraham es contratado por esta firma adonde trabajó varios años.


Yo, que nunca había hecho una cosa de esta naturaleza, es decir, ofrecer un curriculum vitae y recomendar a un amigo para un puesto tan importante, sentí una gran alegría y orgullo, cada vez que mi tío político, contaba que Abraham era un joven ingeniero muy capaz, muy inteligente, muy diligente y muy preparado y que, me agradecía que se lo hubiera recomendado (y eso que Abraham competía –o compartía- con ingenieros gringos y de otras nacionalidades, ¡poniendo siempre en alto a nuestra patria!) pues, a Abraham lo reconocían como un empleado ejemplar en toda dicha compañía.


Esos comentarios, realmente a mi me llenaban de orgullo y me sentía muy afortunado de conocer y ser considerado amigo de Abraham.


En su afán de buscar mejores oportunidades, Abraham dejó ese trabajo y formó su propia compañía en la que se condujo por algunos años. Ahora trabaja para otra firma muy importante de nivel mundial y su trabajo es el de un especialista, es decir, es el de un empleado con características, cualidades, conocimientos y educación únicos y especiales, Abraham tiene eso y más, cosa que sigue demostrando en este su nuevo empleo, es decir, Abraham continua demostrando que él es un verdadero líder, un elemento importante de la sociedad y un inmigrante que ha venido a dejar huella, a dejar marca, a dejar su firma, y eso a mí me alegra y orgullece.


Abraham se casó con una bella damita armeniense Silvia Victoria (Vicky) Benítez con quien han procreado un tremendo “buchoncito” de nombre Abraham y viven muy feliz en la ciudad de Downey, California.


Al cerrar estas líneas, quiero expresar nuevamente mi agradecimiento a Abraham por todo lo bueno que significa su presencia para la sociedad, por todo lo que aporta a la comunidad armeniense y mas importantemente, por permitirnos sentirnos orgullosos de su labor y trayectoria.


Gracias Abraham los/as bien nacidos/as armenienses, te apreciamos, agradecemos e invitamos a que sigas adelante poniendo bien en alto el nombre de nuestra querida Armenia, definitivamente sos –Abraham- un ¡AS BUCHON!


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Cipotada chula,


Con bastante alegría y orgullo, hoy continuo dando a conocer a nuestro/as ASES Armenienses, es decir, a nuestros/as hermanos/as Armenienses Sobresalientes en el extranjero.


Y me place de gran manera hablar ahora de un hombre especial, con quien tengo la dicha de haberme re-encontrado aquí en los “Estamos Sumidos”, después de haber sido compañeros de grado, allá en Armenia… muchos abriles atrás (precisamente junto a Paco Zepeda también), de haber pasado a ser simplemente conocidos en el pueblo y simple paisanos en tierra gringas, hasta llegar a estas instancias en las que, lo siento y quiero como a un hermano.


Se trata de Luis Alonso Nuñez Gil quien, siendo un “bicho grencho del monte” a la edad de 11 – 12 años llegó a estudiar a la recordada “Escuela Nueva de Varones” (la escuelita, de por allá por la estación del tren, adonde llegaba Luis proveniente del Cantón La Azacualpa) y llegó precisamente al mismo grado adonde estábamos unos que nos la llevábamos de fufurufos…


Las primeros recuerdos que tengo de Luis en esos tiempos, tienen que ver con un cipote pequeño de estatura pero, grande de valor y valentía y es que, en el grado habían unos estudiantes de mayor edad que el promedio de nosotros, como uno de apellido Blanco, aquel chero que le decíamos Juan “Tamal”, Andrés García, Rigoberto Valles, Gonzálo Merino y otros que también eran altos de estatura siendo Luis, uno de los más pequeños (sino el más pequeño de todos en el grado), por lo que, como era costumbre y habitual, los más grandes (o altos) se ponían a molestar, burlar, humillar y hasta pegar a los más pequeños, Luis era desafortunadamente, ¡una víctima de aquellos!


Para acabar de amolar, Luis, llegaba descalzo a la escuela y con esto, hasta aquellos no tan grandes ni tan altos pero, si malvados y traviesos, se atrevían a querer molestar a Luis. Recuerdo a Neto “Chacucha”, uno de los cipotes mas pícaros de toda la escuela, quien dentro del grado y a media clase, con unos hules hacía resortear unos pedazos de un arbusto que es conocido como “esqueleto” hacia el suelo, en dirección de Luis para que estos pedazos de “esqueleto”, salieran rebotados hacia los pies descalzos y desprotegidos del pobre Luis quien, sin llorar, solamente gemía ante el dolor, mientras aquel, se moría de la risa y los demás, sonreían en malvada complicidad…


Y esa era más o menos la tónica hasta que un día, mi querido amigo Luis ante la gran jodedera que tenía Gonzalo Merino contra de él, se molestó tanto que sacó una pequeña cuchilla y le causó una cortadita a aquel “jodión” quien al verse sangrando, ¡salió llorando a poner queja! Y a partir de ese momento… ¡todos aprendimos a respetar a Luis, ya nadie se atrevió a joderlo!


Era el año 1969 y nuestra “Tierra Linda” se aprestaba a enfrascarse en una guerra estúpida contra de un país hermano.


Con el correr del tiempo, Luis y yo nos perdimos la pista y vagamente recuerdo cuando este hermanito llegó a Los Angeles, precisamente a la casa de Alfredo “papayuca’ Sandoval, allá cerca de la ciudad de Montebello a mediados del año 1980.


Sabía que Luis -quien era mecánico pues había aprendido este oficio allá en Armenia con Alfredo “pingüino”- ejercía precisamente esa profesión aquí en Los Angeles y por varios años, no supe más de él pero, gracias a la maravillosa facilidad que nos ofrece la tecnología y la gran posibilidad de unificarnos que nos ofrece AURA, una tarde del mes de Agosto de 2009, a media actividad que celebrábamos en casa de Margarita (la Nuria seca) y Hernán Durán, apareció un voluntario, candidato a cantante por el “karaoke” con todo y sus pistas, para deleitarnos con bonitas y bien entonadas canciones en inglés… era el mentado Luis Nuñez quien a partir de esa ocasión, se convirtió en un tremendo éxito del canto “buchón” y mas importantemente, en un importantísimo baluarte y gran bastión de la naciente entidad armeniense AURA.


Como consecuencia de esta primera ocasión en que nos veíamos en muchos años y como manera de reencuentro, parece que de manera tácita, Luis y yo, decidimos reencaminar nuestra amistad hacia un destino común que tiende siempre a favorecer a los más necesitados y mas jodidos que nosotros y de ahí, creo que se nutre no solamente nuestro entendimiento, sino que también nuestra amistad que se fortalece con el paso del tiempo.


Luis se casó con una bella y valiosa exponente armeniense, la querida Martita García Valencia quien fue reina de las fiestas patronales de nuestra Armenia unos pocos años atrás. Con 12 años de casados, ellos tienen dos preciosos hijos, el inquieto Alan de 10 años y la bella Amy de 7.


Actualmente Luis posee su propio negocio consistente en una venta de partes automotrices y en un taller reparaciones de vehículos de carga; y de aquel, “bicho grencho del monte”, ya no queda nada pues ahora, Luis es uno de mis conocidos más educado, mas formado, mas informado, mas preparado y con quien es un placer compartir y entablar conversaciones de cualquier naturaleza, incluyendo historia, filosofía, arte, poesía, música, etc. es decir, Luis es sin duda alguna, todo un buen buchón y excelente exponente de nuestra sociedad (por eso es que le he escogido para estar aquí entre los/as mejores armenienses en el extranjero) y un importante ser humano de gran valor para nuestra sociedad armeniense y para AURA en particular.


Luis, sos uno de "nuestros/as ASES" y los/as armenienses estamos orgullosos/as de vos... ¡enhorabuena Luis y gracias por ser mi amigo y por ese gran corazón que tenés!


(10/26/2010)

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Los hijos de Luis, durante el cumpleaños de Amy (la niña al centro0 y Alan (camisa color negro a la derecha)...
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Cipotada chula,

Empiezo hoy a dar a conocer a nuestro/as ASES Armenienses, a nuestros/as Armenienses Sobresalientes, los/as cuales son muchos/as -afortunadamente- y para empezar, tengo el gran gusto de hablar a acerca de un gran amigo/hermano mío con quien nos conocemos desde niños y con quien fuimos compañeros de grado allá en la Escuela Nueva de Varones (mejor conocida como: "La Escuelita"), en quinto, teniendo como maestra a la niña Lety (linda profesora originaria de Izalco).

Se trata de mi hermanito: Francisco Elne Zepeda Barahona de quien tengo recuerdos desde que él era un "bicho seco" (de ahí su apodo que alguien acertadamente le puso: "paco muerte") que estudiaba en San Salvador (si mal no recuerdo el instituto se llamaba Emiliani, allá enfrente casi de la iglesia de la Ceiba de Guadalupe) y quien, modelando una calzoneta de un color verde "guiyo" y una camiseta a rayas amarilla con azul, ordenaba a sus jugadores (otro montón de bichos, entre los que recuerdo a Gil "Tarira", Chepe Caravantes y otros cuyos nombres nunca supe) para empezar el mascón futbolero contra mi equipo, allá en el engramillado (puro talpetate) del "coloso" 21 de Noviembre; y es que Paco era uno de los pocos bichos en el pueblo que tenía pelota de futbol de cuero, una #3 que quizás su tío Chepito le había regalado (acordémonos que don Chepito, hermano de don Tanchito -papá de Paco-, era dueño de una talabartería en la que Amilcar "cuche" elaboraba pelotas de puro cuero). No recuerdo el resultado pero si recuerdo que, a partir de ese momento, Paco y yo empezamos nuestra amistad que cuando estudiábamos el quinto grado, la consolidamos hasta este momento.

Hace algunos días atrás recordábamos con Paco que cuando íbamos a la escuela, para ubicarnos el uno al otro, habíamos acordado que en la esquina adonde estaba ANTEL, el primero de nosotros dos que pasara, pondría una piedra en cierto lugar para indicarle al otro que se apurara para darle alcance e irnos juntos el resto del camino, y si no había piedra, entonces se podría esperar al otro si había tiempo, imagínese usted... ¡que sanos e ingeniosos!

La cosa es que Paco llegó al apartamento de mi mamá, adonde vivía yo ya en Los Angeles pues, desde que yo había salido de Armenia, habíamos acordado que así sería, Paco llegaría a mi casa.


Días después Paco se consiguió un trabajo manejando un camión recogiendo ropa y se alquiló su propio apartamento, allá en la calle Columbia, cerca de la Tercera.

Paco me consiguió después trabajo en la misma compañía de transporte y por unos meses, yo también me dediqué a chofer de camión de carga. Con el correr de los años, Paco decidió irse para la ciudad de San Francisco y con eso, perdimos la comunicación por algunos años, aunque supe que se había casado. En efecto, Paco me cuenta que ya tiene mas de 25 años de casado con Kathleen, con quien tienen 3 preciosas hijas: Madeline de 24 años, Emily de 20 y la querida Francesca de 16 quien es por si misma una fuerte candidata para estar entre nuestras "ASES", por su tremendo esfuerzo y dedicado sentido humanitario con los que, cada año lleva ayuda (junto a sus amiguitas, que ella ha organizado en el grupo: "VOY, DOY, SOY") a las "Señoras de la Caridad" allá en Armenia, para todas las labores humanitarias que estas señoras hacen por los indigentes y necesitados; también supe que Paco se dedicaba siempre a manejar pero, con el tiempo -y según especulo, pues no lo hemos hablado con él- una falla seria en su salud hizo que Paco redirigiera sus habilidades a otro tipo de actividad laboral.

De tal manera que desde hace 14 años, Paco es Agente de Seguros para la firma "Farmers Insurance" y, como todo buen buchón (no es por gusto que le he escogido para estar aquí entre los/as mejores armenienses en el extranjero), Paco se convirtió en el primer hispano de ese distrito (Mission) de la "Farmers" y ha sido, cinco veces el ganador del reconocimiento al "AGENTE DEL AÑO" de entre un grupo de 66 agentes de seguro en su región...¡¿QUE LE PARECE?!

Paco, sinceramente apreciamos y agradecemos tu excelente desempeño como un ser útil y líder en tu ámbito y te expresamos nuestro deseo que Dios te siga colmando de salud, paz y bonanza para que sigás por el mundo dejando tu imborable huella y la imperecedera estela ejemplar.

Sos uno de "nuestros/as ASES" y los/as armenienses estamos orgullosos/as de vos... ¡enhorabuena Paco y adelante!




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Aquí está Paco, posando durante la tarde alegre hawaiina de AURA el pasado mes de Agosto.




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En esta foto, estamos en mi casa, durante una actividad de AURA el mes de Septiembre del año pasado.




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Con Luis Rivas en Septiembre del 2009.




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Con Moncho Mayén, en Septiembre del año 2009.




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Con Roberto "guarolo" en Agosto del 2010.




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Con Abraham y Moncho Mayén en Agosto de este año.

Datos personales

Salí de la "Tierra Linda" en 1979 y siempre soñé y añoré con regresar y ver a la gente querida y a los lugares que me vieron hacer muchas cosas allá hace muchos abriles ya...