viernes, 14 de febrero de 2020

Epoca de Oro del Futbol Armeniense - III

Estos eran los días del pináculo del desempeño de los equipos de futbol de Armenia, ¡de todos! Eran los tiempos en los cuales, cada domingo de la semana había 4 partidos de futbol durante todo el día, comenzando con el primero a las 8:15 – 8:30 de la mañana (generalmente jugaba uno de los equipos de Armenia en 4ta. categoría, ya fuese el Fuerte Armenia, o el Riski-Raska, o el San Antonio, o la Gloria), enseguida a las 10:15 – 10:30 (otro equipo de cuarta o el Iberia), a la 1:05 el preliminar (con otro equipo de cuarta o el Iberia) y finalmente a las 3:15 el estelar del día ya fuera el CD Salvadoreño o el Racing Jr. y lo digno de decir, es que casi siempre ganaban los equipos locales, apoyados por sus aficionados que se hacían presente muy fielmente por docenas y en el caso de los equipos “grandes” (Salvadoreño o Racing) se llenaba el estadio con cientos de aficionados, principalmente cuando jugaban entre sí, lo cual era un “espectáculo” aparte, un acontecimiento que prácticamente paralizaba la ciudad y de los cuales, hubieron unos partidos verdaderamente “ÉPICOS”.
Y si eran memorables algunos de estos partidos de los cuales, recuerdo uno en particular, el que si no me falla la memoria, sería el segundo partido entre estos dos titanes armenienses en la liga de ascenso; el primero que había sido victoria del Salvadoreño no lo vi pues habíamos salido a jugar con el Iberia, por lo que, podemos decir que este sería el de la “revancha” (para el Racing Jr.) o el de la continuación de la “supremacía” (para el CD Salvadoreño).
Recuerdo que se jugaba el primer tiempo, cuando hubo una falta en los linderos del área grande del Racing (a unos 2-3 metros de la esquina izquierda en sentido de ataque del Salvadoreño); Meco Contreras agarró el balón y lo posicionó sobre la grama adecuadamente desde donde con un toque magistral de pie derecho, lo colocó al ángulo superior izquierdo de Manuel Jaimes (Pacún) quien era el portero del Racing, para el primer gol del partido, 1 a 0 ganaba el Salvadoreño, se corría aproximadamente el minuto 20, unos minutos después (quizás a los 30), hubo otra falta casi en el mismo lugar de la anterior y, nuevamente Meco agarró y colocó el balón a su gusto, desde donde con otro toque magistral lo metió –esta vez- en el ángulo inferior izquierdo de Manuel y de esta manera, el Salvadoreño ganaba cómodamente 2 a 0 y todo parecía indicar que otra vez habría derrota para el Racing Jr. pero, antes que terminara el primer tiempo, Leonel Anaya corriendo por la banda izquierda  mandó un tremendo disparo que no pudo contener el portero del Salvadoreño, convirtiéndose en el gol de la honra del Racing y minutos después, el mismo Leonel lanzó un pase al área grande donde “Chiquilla” la prendió con un sólido, seco y fuerte izquierdazo que casi rompe las redes de la portería del Salvadoreño para decretar un empate antes de terminar el primer tiempo. En la segunda mitad, los equipos hicieron ajustes en la marcación por lo que el partido se volvió un campo de batalla en la media cancha, sin libertades ni faltas cerca de las áreas de peligro pero, a pocos minutos de terminar el partido, el “Cabezón” Linares, desde propio campo le filtró por detrás de la defensa del Salvadoreño, que estaba adelantada, un pase a Chico Calderón quien agarró tremenda “guinda” enfilándose a la portería, dejando en la carrera a los defensas (Chele) Rivas y Paco Ruedas, para fusilar al portero y con ese gol decretar el primer triunfo del Racing Jr sobre el CD Salvadoreño en la liga de ascenso.
Tengo que mencionar los sucesos laterales no muy elogiables que se daban durante estos partidos y principalmente en este que tiene que ver con las porras (que estimuladas por lo que acontecía en el terreno de juego), se exageraban en sus manifestaciones de apoyo a sus equipos llegando incluso a la violencia verbal y hasta física contra la porra rival y/o contra los jugadores, algo sobre lo que, no voy a entrar en detalles pero si, desearía expresar mi desacuerdo y deseo que no se volviese a dar.
Otra de las cosas buenas que ocurrieron en nuestra querida ciudad durante esa “Época de Oro del futbol” y que vale mucho la pena mencionar, ¡el nacimiento de otro equipo de futbol!
Si, se trataba de otro equipo de futbol, pero este equipo tenía una particularidad: casi todos sus jugadores eran jovencitos. Estoy hablando del Iberia Jr., equipo que fue fundado gracias a la genial idea del profesor César Adgusto Guardado quien había llegado a la ciudad preveniente del cantón Metalío a dar clases en la escuela Juan José Solorzáno. Al principio, el profesor César se había acercado al Iberia como colaborador de don Toño (y es así como lo conocí, cuando yo jugaba en el Iberia, incluso algunas veces el actuaba como nuestro “entrenador” o como nuestro representante) pero, de seguro en su mente ya se había cimentado la idea de iniciar un proyecto de fútbol propio, es decir, de su creación y así lo hizo. Los detalles de los albores de este equipo realmente no los tengo, solo recuerdo que cuando este equipo inició su participación en los engramados de la zona, y principalmente en Armenia, a muchos no les agradó o por lo menos, eso es lo que decían o rumoraban algunos. Unos incluso le habían puesto el mote del “equipo de las mariposas” a dicho equipo de manera despectiva contra los jugadores jóvenes. Yo realmente creo que quienes se expresaban así, lo hacían de envidia pues, este equipo tenía algo que a otros equipos les faltaba: ¡MÍSTICA!
Y esa mística que reinaba en dicho equipo, lógicamente era inspirada por el profesor César y secundada y agrandada por sus jovencitos jugadores que se apoyaban entre sí, se entendían dentro y fuera de la cancha y eso, les hacía ser un equipo bueno, técnico, fuerte, sólido; tanto que pronto se convirtió en otro digno representante de nuestra querida ciudad, al ganar campeonatos y subir de categoría. En este instante habría que decir que otra de las cosas que contribuyeron a la mística de este equipo, así como a levantar más la envidia en sus detractores, fue la novedosa y atractiva indumentaria que lució este equipo en el inicio de temporada, se trataba de una camisola (según supe después, manufacturada por sastres locales) compuesta de dos piezas de tela cosidas exactamente a la mitad, con el mismo diseño pero diferente color: rojo con “ojos” pequeños color blancos que desde unos metros la hacían parecer color rosado en un brazo (una mitad del pecho), y azul, siempre con “ojos” pequeños color blanco, que le hacía parecer celeste en el otro brazo (la otra mitad del pecho), es decir que desde la distancia se veía mitad rosado y mitad celeste… algo inaudito, NUNCA visto en un uniforme de algún equipo de futbol en esas épocas pero, que algunos años después resultó ser la moda en los equipos de alto nivel, incluso en selecciones nacionales durante los mundiales como es el caso de Noruega, Suecia y después Croacia que expusieron este revelador estilo. Podemos decir, por lo tanto que el Iberia Jr. inició (por lo menos en nuestro ámbito) la innovación en la indumentaria de los equipos de futbol y eso, ¡hay que reconocerlo y agradecerlo!    
De los inicios de este equipo, recuerdo al portero Oscar Montes (diablito), al otro portero German Salinas, al querido y bien recordado Juan José (cara de guante), a “Caballito”, a “Beche”, a “Carita”, a Luis Menéndez, a Osman (oso), a “Zingara”, a “Frijolito”, a Alvaro “quesadilla”, al “choco” Sierra, a “Tinano” y sobre todo a su hombre-gol Teodoro “Bochito” Rivera. Todos ellos de la misma edad, después cuando ya el equipo se vio disminuido por la salida de algunos de sus jugadores a equipos en categorías superiores, se le juntaron otros buenos jugadores un poco de mayor edad como “Betino”, el “chino” Soriano“, e incluso unos años más tarde (precisamente en el 78 y parte del 79, jugué yo, junto a Toño “tiburón” y otros), reforzando al equipo en su marcha para subir a la segunda categoría.

Datos personales

Salí de la "Tierra Linda" en 1979 y siempre soñé y añoré con regresar y ver a la gente querida y a los lugares que me vieron hacer muchas cosas allá hace muchos abriles ya...