Uno de mis grandes deseos al estar lejos de mi amada Armenia, ¡fue volver a Tutunilco!
En todas las veces que viajé a la "Tierra Linda", nunca lo hice por diferentes razones pero, afortunadamente, esta última vez, durante Noviembre de este año, finalmente logré ir a tomar fotos del lugar (las que muestro ahora) y así, de esa manera, puedo decir que cumplí con ese deseo pero... debo confesar que al sentir la satisfacción por haber cumplido mi deseo, también sufrí (aunque no lo quise reconocer en ese momento) una decepción pues comprobé que de aquel lugar, en el que muchas cosas se dieron, en el que cientos de recuerdos y anécdotas de cipotes y de jovencitos se recuerdan, incluso del lugar adonde se originó la leyenda misma del "Cangrejito de Oro", ese lugar que nos sirvió a muchos para aprender a nadar y a otros para divertirse, ese lugar con características propias y propicias para ser convertido en un centro recreativo digno de nuestra ciudad, ya no hay señales y en cambio, hoy se presenta como un lugar mas, sin nada que ofrecer: ¡que pena, que lástima, que verguenza! los/as armenienses permitimos y dejamos que las "garras del progreso" nos quitaran, nos privaran de un espacio que bien pudo haberse convertido en una área de solaz, de diversión, de entretenimiento familiar...
Aquí le muestro las fotos:
Punto de referencia, ya de la cercanía de Tutunilco y del camino hacia los cerros...
Puente del camino hacia los cerros...
Camino a la piscina...
La línea del tren, proveniente de la estación de Armenia, justo en el lugar adonde antes habían unos palones de mango que con una pedrada se bajaban y ¡a saborear dulsura se ha dicho!
La línea del tren, rumbo a Tutunilco...
El lugar exacto adonde estaba la GRAN piscina de Tutunilco, hace unos 31 años cuando yo salí de mi Armenia querida...
El río que proveniente de San Eugenio, llegaba a unirse en este punto con el desague de la piscina de Tutunilco...
La canchita de futbol que sirve de entretenimiento a los jóvenes deportistas del lugar...
El río de San Eugenio, desconzolado y desatendido por el que otrora fuera su compañero de auge (el rebalse de la piscina de Tutunilco), rumbo al encuentro con el río Agua Caliente allá, cerca de las 3 Ceibas...
Ya veníamos de regreso, por la Colonia "El Mico" llegando al instituto...
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