lunes, 29 de julio de 2013

Tancho "Runra", Mas Que Un Apodo



Cipotada chula,
Tratando de recordar mas apodos que sonaron el siglo pasado allá en nuestra querida Armenia, se me vino a la mente el de esta persona, un hombre muy humilde, muy sencillo, muy honesto...
Al recordarme de él, se me vinieron a la mente algunas situaciones en las que el se vio envuelto o en las que él participó de las que sobresalen algunas que son las que me hicieron que, no solamente agregara su apodo en la lista, sino que hablara acerca de él pues, se lo merece.
El apodo es "RUNRA" y la persona Tránsito, mejor conocido como "Tancho".
Este señor, de carácter amable y apariencia sonriente, frecuentaba mucho el parque municipal, allá por los años de la década de los 70; y aunque lo hacía mas que todo de día, no era raro tampoco verlo algunas veces en la noche, incluso en las madrugadas; en efecto, es precisamente por una madrugada que yo le empezé a conocer a este señor.
Estábamos en el portal de don Esteban Escobar, éramos varios amigos que compartíamos de rica tertulia mientras nos preparábamos para ir a comer las sabrosas pupusas que Mamá Laura nos echaba cada noche, allá en su puesto al final de la primera calle poniente, enfrente de la casa que albergaba al MAG, esquina opuesta a la casa de la Familia Orellana, a la par de la casa de don Meme Mayén (QEPD); en eso, llegó César Narvaez, Jorge Palma y "Tancho" y se nos unieron, es mas, ellos nos involucraron a la plática que se traían...
- ¡Vaya, vamos a ver desde aquí hasta la esquina de ANTEL y de regreso! -dijo César-
- Está bueno, respondió Tancho, solo que tengo que calentar primero (y se puso a estirar el cuerpo y a hacer calistenia).
Yo, sospechando que Tancho estaba bolo y que aquellos lo estaban timando, opté por ya no ver mas y me fui -yo solo- para el puesto de las "Molina". Allá estaba cuando después de una media hora, llegaron los demás cheros, contando que Tancho había corrido y que le habían tomado el tiempo. Yo, realmente no creí y ya no le puse mas atención al asunto.
En los días siguientes, supe que Tancho se preparaba para la maratón que el Racing Jr. había anunciado. Es que resulta que el Racing Jr. había anunciado que durante su día en las Fiesta Patronales, efectuaría una Maratón que saldría de "Las 600" y terminaría en la esquina de la alcaldía y la refresquería de la Tía Lina Arévalo; invitaban a la población a inscribirse y participar en dicha actividad.
Yo, que entonces era un joven atlético, sano y en buena forma física, me inscribí y en el mismo día empecé mi preparación pues, yo tenía pretensiones de ganar esa maratón. Así es que empecé mi entrenamiento que consistía en salir de mi casa, a eso de las 3 de la tarde, caminando hasta la entrada a la Colonia El Mico, de ahí, corriendo hasta Tutunilco, subir a la vía del tren, irme trotando -a un paso- por toda la vía, pasando por Las Palmeras, llegar a la Estación a tiempo de jugar en el "cinqueado", jugar futbol y al terminar, pasar por la refresquería de la Tía Lina, agarrando una bolsa de leche "Salud" que ella vendía y esta rutina, la repetía cada día, todos los días, a excepción de sábados (que me iba a meter a los bailes en la alcaldía y los domingos que jugaba en el Iberia); es decir, yo me estaba preparando muy bien, para ganar -pensaba-.
Pues bien, el día de la maratón se llegó; claro tengo que a los participantes nos llevaron en pickup hacia la salida, es decir a "Las 600"; al llegar al lugar presencié mi primer sorpresa: había mucha competencia, incluyendo "profesional" que había llegado de otros lugares como San Salvador y Santa Ana; después, la segunda sorpresa: habían unas mujeres entre el grupo de participantes también, y enseguida, la tercer sorpresa, ¡ahí estaba Tancho "Runra" en calzoneta, zapatos de vestir y listo para correr la maratón!
En el grupo estaba también Balta "Diablo", Toño "Paleta" y Carlos "Pata Loca" con quienes pensábamos que de ese grupo de nosotros saldría el ganador; en eso, nos dijo Balta "Diablo": ¡miren, estos babosos no nos van a ganar a nosotros; lo que tenemos que hacer es salir corriendo de un solo al nomás dar la señal de salida, correr lo mas rápido que podamos y al ya ver que le hemos sacado una buena ventaja, nos calmamos y nos vamos trotando calmaditos midiéndoles la distancia a estos que se nos van a quedar bien atrás! 
Todos acordamos y así lo hicimos, al sonar el disparo, ¡salimos barajustados con todo!
Nos fuimos adelante pero, ni siquiera habíamos llegado a Ateos, cuando Balta y Carlos, ya no aguantaron y se tiraron a la orilla; yo, sinceramente sentía que me desmayaba y que el corazón se me salía pero, al empezar a pasar el puente de llegada a Ateos y escuchar que algunas vendedoras decían: ¡ve a ese muchacho sarco ya lo conozco, es de Armenia! (refiriéndose a mí), reconozco que me dio pena que me vieran "afuera" y sacando fuerzas de flaqueza, seguí corriendo (trotando), ¡haciéndome el fuerte!
Logré llegar hasta el cementerio de Ateos, adonde pensé quedarme y esperar el pickup adonde llevaban a los que ya no seguían en la carrera, a esa altura, ya nos habían pasado varios de los corredores y Toño aún estaba conmigo, es decir, trotábamos casi juntos pero, me decía que hasta ahí llegaría él. Yo pensé lo mismo y me senté por un rato pero, al ver que allá atrás a unos metros venían las mujeres en grupo "corriendo" me avergoncé y me puse de pie, a trotar nuevamente; Toño se quedó. Seguí trotando y cuando menos sentí, me pasaron dos de las mujeres; voltée a ver hacia atrás y cuando ví que quien venía cerca era nada mas y nada menos que Tancho "Runra"...
Corrí con nuevos brillos y antes de llegar a Amatemarín, ya les había pasado a las mujeres y pensé que ellas se habrían cansado ya y que habían abandonado la carrera; me senté por unos minutos cuando noté que no eran ellas quienes venían sino que el mentado...­¡Tancho "Runra"! No puede ser, decía yo, este señor ya debería de haber abandonado, ya está viejo y no está para aguantar tanto... Me levanté de mi asiento y me puse nuevamente a trotar, hoy si -dije- voy a trotar hasta Copapayo y ahí, ya no va a alcanzar a llegar Tancho, entonces me podré subir al pick up, abandonando la carrera porque no puedo hacerlo antes que él; me van a hacer burla los cheros si se dan cuenta que Tancho "Runra" aguantó mas que yo. Debo seguir hasta que él se canse primero; y seguí trotando, trotando...
Trotando me fui y llegando a Copapayo, voltée a ver y noté que nadie me seguía... vaya dije, al fín se cansó Tancho y me senté un rato, esperando que viniera el pickup (adonde vendría Tancho y las mujeres, pensé) en eso venía el pickup con algunas personas y le hice parada, cuando le pregunté a Jorge Charamiza si ahí venía Tancho y las mujeres, aquel me respondió que no, que ellos seguían en la carrera y que solamente estaban a unos metros atrás de mí, cuando vi hacia atrás, ahí estaba Tancho y las muchachas que le escoltaban...¡PUYA, ¿y este cuando se va a cansar?!
Volví a agarrar camino y seguí trotando, pasé por Copapayo sin parar y antes de cruzar el puente, detuve el paso vi hacia atrás y para mi desgracia, ahí estaba el mentado Tancho, solo a unos 50 metros atrás de mí y se veía completo, tranquilo, campante...
Agarré nuevo impulso y le dí hasta las "3 Ceibas", adonde si, sentía que ya no podía mas y que me sentaría del todo para abandonar la carrera pero, al ver que allá por donde está la escuela, venía aquel "embalado" y pues, me dio vergüenza otra vez y me dije, voy a llegar aunque sea al desvío porque no creo que aquel llegue hasta allá y salí trotando otra vez.
Al llegar al desvío, no había ni siquiera terminado de hacer el intento de voltear a ver cuando oí que unos cheros me gritaban que me apurara porque ahí venía Tancho bien cerca de mí, cuando voltée a ver, aquel me pasó unos pasos pero yo, como pude, logré encaminarme nuevamente, le sobrepasé y logré subir la cuesta del desvío, al llegar a la casa de don Agustín Franco, vi hacia atrás y si, esta vez ya no vi a Tancho tan amenazante pues apenas venía doblando la calle, allá abajo todavía por la casa de la Familia Cerna y la casa con la Tienda de la Familia Flores; venía bien lento, pasito a pasito y yo, ante eso, confieso que sentí un gran alivio pues sabía que ya no podría Tancho llegar antes que yo a la meta y así fue, llegué y me recibieron con una bolsa de agua helada, me senté en el suelo del parque y vi cuando Tancho cruzó la meta; a nadie se lo conté pero en ese momento, me alegré mucho por él y además, me nació un sincero respeto y agradecimiento pues, de no haber sido por el, yo no hubiera terminado la carrera y eso, me hubiera hecho sentir un perdedor.
Tancho nunco lo supo, nunca le conté esto que hoy cuento, pero eso sí, si supo de mi respeto pues desde ese mismo instante, Tancho se merecía mi atención que era realmente lo único que él esparaba de quienes lo escuchábamos y en cada ocasión que se daba, yo escuchaba atento a Tancho contar sus historias.
Ahora, a unos 40 años de ese suceso, resulta que no se que pasó con Tancho, no sé que fue de él, es mas, no sé ni siquiera quienes son familiares de él, pero si sé que mi deseo es que adonde sea que esté, espero que Dios le esté colmando de bendiciones y si ya no está entre nosotros/as entonces le ruego a Dios que lo tenga en su seno.
¡Con cariño, respeto y agradecimiento, te saludo querido Tancho "Runra"!  





No hay comentarios:

Publicar un comentario

Datos personales

Salí de la "Tierra Linda" en 1979 y siempre soñé y añoré con regresar y ver a la gente querida y a los lugares que me vieron hacer muchas cosas allá hace muchos abriles ya...