Con mucha alegría y en medio de un ambiente fraternal, lleno de amabilidad, amistad, cordialidad y buenos deseos, se celebró anoche el cumpleaños número 50 de mi muy apreciado y querido hermano de raza (y gran colaborador de causas humanitarias hacia nuestra querida Armenia, por medio de AURA), Jaime Sánchez Hernández, en su casa de residencia; evento al cual fui invitado y por lo que agradezco infinitamente pues me sirvió para expresarle personalmente a Jaime mi alegría y orgullo de saberme dentro de su apreciable círculo de amigos, así como para desear que Dios le siga brindando de bendiciones para que cumpla muchos años más y finalmente, para compartir con la larga lista de asistentes en ese ambiente que menciono y aquí traigo unas fotos que demuestran aspectos de la alegre velada que gozamos:
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