A todas las personas que se tomaron la molestia de escribirme o llamarme dándome su pésame, les doy eternamente las gracias.
No saben que reconfortante es leer esas palabras de aliento, oír que alguien dice: "¡ESTOY CONTIGO EN TU DOLOR!", especialmente cuando la mayoría de estos mensajes llegaron el día de la vela y del entierro de mi linda madrecita.
Es una belleza saber que cuento con muchos hermanos que están en las buenas y en las malas.
De parte de mi familia que se admiraron de la respuesta tan rápida de personas tan lindas como ustedes que les importa cuando un armeniense esta en apuros mil veces gracias, y gracias a mi hermano Edgardo Posada que nos facilita la comunicación con la página buchona que sin ella volveríamos a los tiempos antiguos del “Pony Express” y el telégrafo.
En deuda con ustedes e infinitamente agradecido por tanta nobleza en sus corazones me despido.
Atentamente,
LUIS NUÑEZ
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